OURENSE, 6 (EUROPA PRESS)
La Audiencia Provincial de Ourense ha albergado este jueves el juicio contra un hombre acusado de abusar sexualmente de un menor, unas acusaciones de las que se ha defendido alegando que “solo” le tocó “los hombros para tranquilizarlo”.
Los hechos se remontan a mayo del 2023, cuando la víctima contaba con 8 años y el acusado con 20. La situación se dio en el marco de un taller de construcciones con juegos de piezas, donde el acusado ejercía de monitor y al que acudía el niño.
Según la versión del varón, nunca se quedó a solas con el niño y solo colocó sus manos en los hombros del menor “para tranquilizarlo porque no le salía una construcción”. “Estaba muy nervioso y lo que hice fue levantarme, acercarme y decirle que se tranquilizarse y relajase, que si no le salía estaba yo y lo ayudaba”, ha esgrimido el acusado, que ha incidido en que “solo” le tocó “los hombros para tranquilizarlo”.
Asimismo, ha negado que hubiese enseñado contenido pornográfico al menor, aseverando que en el espacio no hay pantallas y que no empleó su teléfono móvil. Además, a preguntas de su letrado ha concretado que le “gustan las chicas” y que no tiene “atracción por los hombres”.
Sin embargo, su versión ha chocado con la de la madre de la víctima y denunciante. Ella ha explicado que el pequeño se enteró del taller de construcciones por un cartel en unas clases de pintura y se interesó por ir. Llevaba ya varias clases asistiendo cuando, presuntamente, sucedieron los hechos.
“Iba siempre con más niños a las clases y le gustaba, ese día lo recogió una amiga mía, porque yo tenía que atender a su hermana, y le pareció raro que estuviese solo él”, ha comenzado relatando la mujer.
Así ha dicho que, pocos minutos después, ya estando con él en el coche el niño le preguntó si su monitor del taller le había “mandado un mensaje por una broma que había hecho”. “Le dije que no había tenido ningún mensaje y pregunté cuál había sido la broma. Entonces me contó que le había dado un masaje en la espalda y le había enseñado un vídeo”, ha explicado la madre de la víctima, que ha indicado que el contenido de dicho video, según le dijo el niño “tenía a una Lisa Simpson, pero era adulta, y un caballo le metía una pata por la vulva”. “Le dijo al profesor que lo incomodaba y lo quitó”, ha señalado.
Según ha indicado, el monitor le dijo al niño que “era un secreto entre ellos” pero que su hijo le respondió que no tenía secretos con sus padres. La mujer aseguró que su hijo “no se iba a inventar todo esto” y que también les preguntó si lo iban a desapuntar de las clases.
En la sesión también ha declarado el padre del menor, quien ha ratificado que su hijo “no quería hablar del tema porque le daba pudor”, pero acabó contándole el vídeo del mismo modo que a la madre, añadiendo que “el caballo tenía un líquido blanco”.
El menor no ha tenido que declarar en la sala, pero se ha mostrado su declaración con los peritos en la fase de instrucción, donde, además de contar “el masaje” en la espalda y en la zona de la ingle, explicaba la visualización del vídeo y que se sintió “confundido”, por lo que se lo contó a sus padres.
En la Audiencia también han declarado como testigos los padres del acusado. La madre, profesora jubilada, ha relatado que acudía múltiples veces a los talleres a ayudar a su hijo con temas “como las listas de los niños o los cobros a los padres”.
Sobre la fecha en concreto de este hecho, ha asegurado que ella misma advirtió a la madre del menor de que “ese día estábamos pendientes de si vendrían el resto de compañeros o estaría solo”. Con todo, ha dicho que a las siete de la tarde abandonó el lugar, aunque llegó su marido.
El marido y padre del acusado ha manifestado que suele acudir al lugar donde se organizan los talleres, una galería situada en la Calle Progreso de la ciudad, a hacer pequeños arreglos, porque también está jubilado. El día de los hechos ha señalado que llegó alrededor de las siete y que su hijo “no enseñó ningún vídeo”.
Así las cosas, Fiscalía ve un delito de agresión sexual a menor de edad, asegurando que “ya solo el mostrar un vídeo de ese estilo ya se realiza con carácter sexual” y pide dos años de prisión, así como que el acusado tenga prohibido acercarse y comunicarse con el menor y con su familia durante 5 años, y una inhabilitación especial para la docencia de menores por el tiempo de cuatro años.
Por su parte, la defensa solicita una sentencia absolutoria porque defiende que a pesar de que registraron el móvil de su patrocinado “no existe tal vídeo” y ha apreciado “contradicciones”, cuestionando que “igual el niño buscaba una excusa para dejar de ir a las clases”. Así las cosas, el juicio ha quedado visto para sentencia.
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