CUENCA, 6 (EUROPA PRESS)
La presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, Marta Val-llosera, ha defendido en Cuenca “una arquitectura que permita mantener los signos identitarios y culturales que generan un sentimiento de arraigo y pertenencia”.
En su discurso durante la entrega de los premios de arquitectura de Castilla-La Mancha, ha comentado que vivimos un momento de cambios que se están produciendo de forma acelerada “consecuencia de la globalización y el desarrollo exponencial de la tecnología “hay que aprovechar esas herramientas para “optimizar procesos, pero sin perder los valores de la arquitectura, que van más allá de la mera yuxtaposición de piezas”.
“La buena arquitectura implica la relación con el lugar y con su historia y se nutre del conocimiento, de las emociones de las personas y de las que los arquitectos participamos proyectando espacios para su vida”, ha recordado.
Val-llosera ha resaltado que “el arquitecto tiene la misión de hacer felices a las gentes que habitan los edificios de construyen, tiene que hacer la casa más hermosa posible, pero que para que estén contentos los que viven en ella” y hace extensible esa función al resto de proyectos que afrontan los profesionales de un oficio “precioso, no exento de dificultades y barreras, con un proceso muchas veces excesivamente largo, que podrían acortarse con una mejor gestión”.
“La arquitectura tiene vocación de permanencia gracias a unos valores que le permiten perdurar en el tiempo y convertirse en la historia de los lugares y el legado que vamos a dejar a las futuras generaciones”, ha apuntado la arquitecta,
También la ha definido como “un instrumento eficaz ante los grandes retos que tenemos por delante como sociedad, como el calentamiento global, el problema de acceso a la vivienda, el envejecimiento de la población o dar respuesta a nuevas formas de vida”
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