MADRID, 31 (SERVIMEDIA)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, atribuyó este viernes la recién aprobada ley de amnistía a la voluntad de “mantenimiento en el poder” del Gobierno y se preguntó por qué no aparece aún en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Almeida criticó que no fuera el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quien “diera la cara” el jueves durante la aprobación de la ley de amnistía en el Congreso de los Diputados y calificó de “curioso” que si en el PSOE están tan “convencidos” de esta ley encargaran esa defensa a Artemi Rallo, “un diputado que no es un primer espada” dentro del Grupo Parlamentario.
Asimismo, reflexionó que, siguiendo la “lógica” del PSOE, si la ley es “imprescindible” para la reconciliación debería aplicarse de forma “inmediata”, aunque a su juicio los socialistas esperarán a que se celebren las elecciones al Parlamento Europeo, el próximo 9 de junio, porque Sánchez sospecha que los españoles no están “tan de acuerdo con esta cacicada”.
Con respecto al posible recurso, aseguró que la responsabilidad de los cargos institucionales es “defender la igualdad entre españoles”. “Si pudiera desde el Ayuntamiento de Madrid recurriría la constitucionalidad de esa ley igual que han hecho diversas comunidades autónomas, porque mi primera obligación como cargo público es defender que todos somos iguales ante la ley”, apuntaló.
JUECES “SEÑALADOS”
El alcalde recordó la Comisión de Venecia ya hizo un dictamen donde revelaba “serias dudas acerca de la legalidad y la conformidad a derecho” de la norma. Asimismo, advirtió que los jueces hagan “una interpretación distinta de la ley de amnistía” van a ser “señalados y van a ser hostigados”.
Añadió que cuando el juez Pablo Llarena comenzó a instruir la causa del ‘procés’ recibió amenazas y vaticinó que se van a “multiplicar los Llarenas” con “la complicidad” del Gobierno de Sánchez, que “que por acción o por omisión va a permitir que se señale y hostigue a todos aquellos jueces que no apliquen la ley amnistía como ellos pretenden”.
Preguntado por la tensión durante el Pleno del Congreso, replicó que fue “lamentable” y que “ningún ciudadano se reconoce en los representantes políticos”, aunque también celebró “orgulloso” que el Grupo Parlamentario Popular no entrara “a las provocaciones y a las descalificaciones”.
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