Se trata del único molino de harina de origen andalusí que se conserva en la ciudad, datado entre los siglos IX y X
VALÈNCIA, 31 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento de València ha restaurado y puesto en valor, a través de una colaboración público-privada, los restos arqueológicos del Molino Califal de Roteros, hallados en la calle Salvador Giner 3, y que, actualmente, se encuentran en el interior del complejo residencial ‘Molí Na Jordana’.
Este hallazgo, único en España por su antigüedad, se produjo en 1997 durante una intervención ordinaria de la Sección de Arqueológica Municipal, dirigida por la arqueóloga Beatriz Arnau, previa a una promoción urbanística, según ha informado el consistorio en un comunicado. Posteriormente, en 2005 se realizó una segunda campaña arqueológica a cargo de Paloma Berrocal.
Los restos del molino aparecieron debajo de un potente estrato de arenas acumulado a consecuencia de una violenta riada que destruyó la estructura.
Según ha explicado el concejal de Cultura, José Luis Moreno, el Ayuntamiento “llegó a un acuerdo de colaboración con la promotora Aedas Homes Opco para que esta integrara los restos arqueológicos en la promoción urbanística que iba a ejecutar. Así se procedió a la restauración y puesta en valor del único molino de harina de origen andalusí que se conserva en la ciudad, construido entre los siglos IX y X cuando València pertenecía al Califato de Córdoba”.
Además, Moreno ha indicado que esta restauración “está dirigida a todo tipo de público y edad, y dispone de una ilustración de gran tamaño y diversos paneles explicativos en los que se aporta más información sobre los restos arqueológicos, su entorno histórico y otros restos aparecidos durante las excavaciones realizadas en el solar”.
El Molino Califal de Roteros se conserva en un espacio diseñado al efecto en el complejo residencial. Para visitarlo hay que atravesar el zaguán del edificio que desemboca en una sala expositiva acristalada que permite asomarse a este vestigio arqueológico, que se encuentra a más de tres metros de profundidad.
Desde allí se divisan las piedras que formaron las cárcavas del molino, sillares de gran tamaño entre los que se encuentran algunas losas romanas de piedra azul de Alcublas. La forma en herradura de las estructuras se hace fácil de interpretar si se levanta la vista y se observa la ilustración de la artista valenciana Virginia Berrocal, situada en el muro del fondo de la sala, en la que, de manera completamente visual, se muestra la función, ubicación y aspecto que pudieron tener en su momento.
La ilustración presenta el molino en primer plano, con las cárcavas semienterradas, a pleno rendimiento, y una pequeña sala de molienda donde trabaja un molinero ataviado al estilo de la época, mientras por uno de los lados una mujer conduce un burro cargado de grano y se dirige al molino siguiendo la senda de la acequia.
Al otro lado, un caserío blanco muestra de manera conceptual el barrio de Roteros con sus huertas y, al fondo, una idealización de las murallas de la medina de Balansiya, dibujada a tamaño pequeño para significar la lejanía de la ciudad respecto al punto en el que se construyó el molino.
El proyecto de musealización ha sido comisariado por Paloma Berrocal y UNARQUI, SLP Arquitectos. La exposición y el diseño han estado a cargo de María José Serrano y Albert Jornet, mientras que Noema Restauradores S.L. se ha hecho cargo de la restauración de las estructuras. El acceso al recinto expositivo será gratuito y se podrá realizar todos los días en horario de 9.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 18.00 horas.
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