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El Real Madrid vuelve a neutralizar al Barcelona y acaricia la final

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El equipo culé aguantó el tipo hasta el último cuarto (104-98)

MADRID, 31 (EUROPA PRESS)

El Real Madrid ha ganado este viernes por 104-98 al FC Barcelona, con papel decisivo del base español Sergio Llull, y se ha puesto 2-0 arriba en su semifinal de la Liga Endesa, que ahora viajará a la Ciudad Condal en una serie que se disputa al mejor de cinco partidos.

Empezó este duelo en el WiZink Center de manera distinta al anterior, con un parcial favorable al Barça, de 0-5 tras un mate fácil de Willy Hernangómez a pase de Nico Laprovittola y un triple de Ricky Rubio desde la esquina. Aunque respondió Dzanan Musa con otro triple, el Real Madrid se mostró fallón en varios lanzamientos posteriores de larga distancia.

Los pupilos de Roger Grimau subieron su renta a 3-9, pero entonces el propio Musa espoleó con otro triple un parcial de 11-0, guiado por un nuevo acierto de Alberto Abalde desde más allá del arco y culminado con un 2+1 de Facu Campazzo, sacando la falta a Jan Vesely con una virguería.

Grimau gastó ahí su primer tiempo muerto, que aprovechó para rotar. Salió Jabari Parker, ausente del quinteto titular, y también aparecieron Joel Parra y Tomas Satoransky. El presumible plan del técnico blaugrana era incomodar a Walter Tavares, dominante y productivo bajo el aro rival.

No obstante, la puntería de los demás madridistas mejoró desde lejos y además Guerschon Yabusele aportó en la ‘pintura’. Entró el partido en una fase densa, aunque con calidad, y en la que el Barça recuperó una desventaja de cinco puntos (16-11, 18-13) gracias a Vesely dentro de la zona.

Un mate suyo abrochó el primer cuarto (22-24), en respuesta a una bonita canasta de Sergio Rodríguez que había sido de dos puntos y no de tres por pisar levemente la línea. El ‘Chacho’ estaba sobre el parqué junto a Sergio Llull y Rudy Fernández para relevar a los titulares, y se mantuvieron para un segundo periodo que inició mejor el equipo culé.

Habiendo cerrado el rebote en defensa ante las amenazas de Vincent Poirier, el Barça se situó 22-28 tras una bandeja a tablero de Parra, a raíz de un robo de Parker. El entrenador local, Chus Mateo, pidió tiempo muerto y el juego se reanudó con una canasta de Mario Hezonja desde la bombilla.

Pero no carburaba tan bien el Real Madrid como dos días antes, lo que se vio en tiros fallados por Llull. Por parte azulgrana, Oscar Da Silva acaparó protagonismo en el poste bajo, en detrimento de Hernangómez, y conservó la renta de los suyos varias vaces (28-32). Luego Llull metió, esta vez sí, un triple que redujo distancias (31-32) a 3:26 de llegar al descanso.

Regresó a la cancha Campazzo para jugar con dos bases y esa decisión funcionó hasta remontar (39-38) con un nuevo triple de Llull, esquinado, que obligó a Grimau a pedir otro tiempo muerto y a templar ánimos. A su banquillo se le había pitado una falta técnica en los instantes previos por protestar, señal de que en esta ocasión el Barça si tenía arrestos.

Después de un robo a media pista, al contragolpe puso Musa el 41-38 con un mate solo, respondido por Hernangómez de inmediato con un acierto bajo el aro blanco. La penúltima jugada del segundo acto estaba montada para Llull, quien falló su lanzamiento a tabla; ‘Edy’ Tavares barrió la pelota y ésta acabó en manos de Campazzo, que sobre la bocina coló un triple.

Ese 44-40 encauzó el descanso, del que retornaron los blaugranas con un triple de Parker. Contestaron los merengues con un 2+1 de Musa tras falta de Laprovittola, luego con dos acciones consecutivas de Hezonja y más adelante con un sencillo palmeo de Fabien Causeur, estirando el marcador a un 52-43 que dañó al Barça, encomendado al tino de Vesely.

Aparte del pívot checo, pocos cogían la responsabilidad de lanzar, incluido un Álex Abrines muy gris en ataque. Enfrente, el mayor reparto de tareas hacía que Campazzo, Causeur, Musa y Hezonja fueran un peligro constante, enmendando posibles errores de un Tavares visiblemente cansado.

A 3:41 de zanjar el tercer periodo, un triple lateral de Hezonja puso el 63-51, momento crítico para su adversario. Grimau volvió a alinear a Rubio, que no lucía su chispa del primer partido de estas semifinales, mientras que Mateo contrarrestó metiendo en cancha músculos con Yabusele.

El plan blanco se impuso al azulgrana a cortísimo plazo, viéndose un +14 (67-53), pero el Barça tuvo un conato de reacción (67-60) merced a un triple de Parra y un mate en contragolpe de Da Silva. Con el objetivo de evitar sustos, el entrenador local confió nuevamente en sus vacas sagradas.

El ‘Chacho’ anotó un triple frontral tras haber sentado a Satoransky con su amago y luego Llull, para éxtasis del WiZink, encestó una de sus ‘mandarinas’ sobre la bocina que clausuraba el tercer cuarto (73-62). El ’23’ del Real Madrid la buscó otra vez al comienzo del cuarto periodo; y aunque erró, Yabusele estuvo atento para capturar el rebote de ese tiro, recibir una falta al levantar el balón y transformar dos tiros libres.

LLULL, PESADILLA OTRA VEZ

Acto seguido, un triple fallado por Parra precedió a una canasta del mismo Yabusele en transición; rebote de Tavares, pase en largo de Llull y mate del francés a placer, haciendo las delicias del pabellón. Una falta antideportiva señalada a Rudy, sobre Da Silva, dio algo de oxígeno al conjunto catalán (77-66), pero Parker no logró darle continuidad.

Su triple errado, pese a estar liberado, ejemplificó el estado de ánimo de un equipo que casi de sopetón encajó dos canastas de Poirier, un triple de Rudy, otro de Yabusele y uno más del ‘Chacho’. Parecía vía libre para el triunfo merengue, si bien los de Grimau apretaron el resultado con sendos triples de Abrines, Laprovittola y Satoransky.

Vesely en el poste bajo ubicó a los catalanes a nueve puntos (93-84), con dos minutos y medio aún por gastarse del reloj. En pleno intercambio de tiros libres, ‘Sato’ limó más la diferencia en el marcador (97-89) con un triple desde la esquina. El Real Madrid perdió rápido la bola, ‘Lapro’ situó el 99-91 con una bandeja y protestó un posible golpe de Tavares.

El trío arbitral no señaló falta, lo que enfadó muchísimo a Grimau, cuyas quejas reiteradas y ostensibles le acarrearon falta técnica. El posterior tiro libre convertido por Campazzo fue la sentencia al encuentro, que terminó de consumirse a favor de un Real Madrid sólido y que viajará a Barcelona con 2-0, acariciando la gran final por el título.


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