JAÉN, 31 (EUROPA PRESS)
Una treintena de profesionales y representadas de entidades de diversa índole conforman por el momento la recién creada Plataforma Ciudadana ‘Salvemos los paisajes del olivar andaluz a Patrimonio de la Humanidad’.
La idea, como se ha dicho en la presentación de dicha plataforma, es mostrar la oportunidad “absolutamente positiva que significa la candidatura ‘Paisajes del Olivar de Andalucía. Historia Milenaria de un mar de olivos’ para su declaración como patrimonio mundial por parte de la Unesco”.
El histórico activista social y medioambiental además de presidente de la Fundación Savia, Francisco Casero; el presidente de la Cooperativa San Vicente de Mogón, José Gilabert, y el ingeniero agrónomo Manuel Pajarón han sido los encargados de ejercer de portavoces en la presentación.
“Ni España, ni Andalucía, ni ninguna de las provincias andaluzas que acogen los pasajes del olivar, podemos dejar pasar la ocasión que tenemos en nuestra mano para que el olivar andaluz, y en general los olivares de la piel de toro, sean reconocidos en todo el mundo con la distinción de “valor universal excepcional”, señala la plataforma.
Los objetivos pasan por el reconocimiento de los paisajes del Olivar de Andalucía por la Unesco como “valor universal excepcional” en todo el mundo y, por consiguiente, patrimonio de la humanidad. El lograrlo sería “un hecho totalmente positivo para Andalucía y España, un sello de calidad excepcional y adicional para nuestros olivares y su producción agrícola, con la consiguiente repercusión económica positiva para todos y todas”
Inciden que la protección de los paisajes del olivar andaluz que incluye la candidatura a la Unesco “no tiene carácter coercitivo en ningún sentido” ya que “su naturaleza es positiva y voluntaria, a través de los beneficios que conlleva”.
Subrayan que la candidatura ‘Paisajes del Olivar de Andalucía. Historia Milenaria de un mar de olivos’ “beneficia sin ningún tipo de duda a los agricultores andaluces, porque no deriva de ésta ningún tipo de obligación a los mismos, al contrario, solo incluye beneficios extras”.
Desde la plataforma rechazan “los bulos infundados y las fake news que algunas personas han difundido malintencionadamente en contra de que los paisajes del olivar andaluz sean declarados honoríficamente como un valor universal excepcional de la humanidad”.
Aspiran “con el diálogo y la racionalidad, a conseguir un gran consenso” para que los pasajes del olivar andaluz “sean declarados un valor universal excepcional reconocido en todo el mundo”.
Por todo ello, se comprometen como plataforma a impulsarl y explicar la candidatura en cualquier sector social, organización o institución, “con absoluta independencia de instituciones y partidos políticos”, con el objetivo “de que alcance el éxito y llegue a buen puerto”.
“De ninguna de las maneras vamos a renunciar a este enorme provecho para todos, a pesar de los intereses, egoístas y de los populismos localistas electorales que se dejan ver”, señala la plataforma en su comunicado de constitución.
ANTECEDENTES
La oposición de parte de los agricultores afectados, especialmente en la Campiña jiennense, denominada 14 en el expediente, hizo que la comisión institucional decidiera el pasado el 29 de abril su retirada –había sido enviado a la Unesco con la previsión de analizarse en su asamblea general de 2025–.
Desde entonces, distintas voces han abogado por retomar un expediente fruto de diez años de trabajo –como la Universidad de Jaén, IU, la Fundación Savia o el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas–, si bien la Diputación de Jaén, que lo impulsó, sostiene que no se va a recuperar a menos que lo pidan los olivareros que no quieren formar parte.
El expediente de los ‘Paisajes del Olivar en Andalucía. Historia milenaria de un mar de olivos’ a Patrimonio Mundial fue impulsado hace una década por la Diputación de Jaén con la implicación de las diputaciones de Córdoba, Granada, Sevilla y Málaga; las universidades de estas provincias, la Junta de Andalucía, organizaciones agrarias, cooperativas y fundaciones como Savia o Juan Ramón Guillén.
Ponía el foco en un paisaje cultural, agrario, evolutivo y vivo, cuyos valores a conservar tienen que ver precisamente con la continuidad de su productividad y su sostenibilidad económica, ambiental y social. Un paisaje patrimonial que es el resultado del esfuerzo de muchos agricultores y agricultoras, que han dedicado su vida al cultivo y cuidado de estos árboles que han permitido y permiten el sustento de muchas familias y territorios en Andalucía.
Este expediente identificaba 14 zonas de paisaje cultural, que se han delimitado en función también de la historia de este paisaje: Montoro y su entorno (Córdoba), Molino Ducal San Fernando (El Carpio, Córdoba), Haciendas de Tavera y La Buzona, (Carmona, Sevilla), Hacienda de San Ignacio de Torrequemada (Aljarafe, Sevilla), Haciendas de La Soledad y Guzmán (Los Alcores, Sevilla), Cortijo La Jara (Jerez de la Frontera, Cádiz), bancales de Nigüelas y almazara de La Erilla del Valle de Lecrín (Nigüelas, Granada), Olivares de Santa Catalina (Orcera, Jaén), El Ruedo (Almedinilla, Córdoba), Alfar de Écija (Écija, Sevilla), Cortijo Blanco (Periana, Málaga), Campiñas de Jaén (Porcuna y Lopera, Jaén), Hacienda La Laguna (Baeza, Jaén) y Zuheros (Sierras Subbéticas Córdoba).
Las zonas elegidas reflejaban valores excepcionales, que se concretan en una serie de expresiones materiales e inmateriales que van desde los tipos de parcelas y las variedades de olivar hasta las muestras arqueológicas y arquitectónicas, así como su patrimonio inmaterial, como puede ser la cultura campesina, las tradiciones o los espacios de interpretación, entre otros recursos.
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