MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
El Sindicato de Enfermería (SATSE) ha trasladado a la directora del Comisionado de Salud Mental, Belén González, que resulta necesario impulsar nuevas iniciativas que evalúen y mitiguen el ‘estrés traumático secundario’ que sufren los profesionales sanitarios, especialmente las enfermeras, debido a los elementos emocionales que integran su labor profesional y sus difíciles condiciones de trabajo.
En una carta dirigida a la responsable de este nuevo órgano dependiente del Ministerio de Sanidad, la presidenta de SATSE, Laura Villaseñor, le recuerda que la profesión enfermera afronta a diario el coste emocional de cuidar a personas con distintos problemas de salud, lo que puede tener un impacto muy negativo en su bienestar mental.
El ‘estrés traumático secundario’ es un proceso por el cual “un individuo que observa el sufrimiento de otro, experimenta paralelamente las mismas respuestas emocionales a las emociones reales o esperadas de la otra persona”.
Esto puede generar un desgaste psicológico o emocional que pueden llegar a sufrir profesionales que se dedican a cuidar y que están en permanente y estrecho contacto con las emociones de otras personas que viven situaciones de sufrimiento, pena y dolor.
El Sindicato subraya que el impacto de este estrés traumático secundario en las enfermeras puede tener consecuencias muy severas, especialmente cuando se enfrentan, además, a la precariedad y sobrecarga laboral y a la falta de apoyo y reconocimiento por parte de las administraciones públicas, empresas sanitarias privadas y la sociedad en su conjunto.
Otros factores destacados por la responsable de SATSE son el trabajo a turnos y por las noches, distintos riesgos laborales (químicos, físicos, ergonómicos), falta de definición de roles y de organización en los centros o la multitud y variabilidad de las funciones que realizan. También apunta el sufrir distintas situaciones conflictivas y de violencia a lo largo de su trayectoria profesional.
Una realidad que, según SATSE, requiere de actuaciones desde las administraciones como implantar de manera generalizada programas de apoyo de pares, servicios de apoyo emocional permanentes y programas de atención precoz para promover el autocuidado y la salud mental de los profesionales sanitarios.
Estudios desarrollados por el Sindicato concluyen que nueve de cada diez enfermeras experimentan estrés habitual y agotamiento emocional en su trabajo, así como síntomas de nerviosismo, ansiedad, temor, angustia o trastornos del sueño. La OMS, por su parte, señala en un reciente informe que la pandemia del COVID generó un “fenómeno global de trauma masivo para las enfermeras”.
De otro lado, y ante la creciente incidencia de problemas de salud mental en la sociedad actual, la presidenta de SATSE pone en valor el trabajo de las enfermeras y enfermeras especialistas en Salud Mental a la hora de detectar y colaborar en la recuperación y reinserción social/laboral de las personas que tienen cualquier problema de salud mental.
También afirma que resulta necesario promover cambios en nuestro sistema de salud para reorientarlo hacia la promoción de la salud, la prevención y la rehabilitación, ámbitos donde el papel de la enfermera resulta clave. Para ello, traslada a la directora del Comisionado de Salud Mental la disposición de la organización sindical a colaborar en toda iniciativa que contribuya a lograr estos objetivos.
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