MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
La cuarta entrega del informe de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) advierte de un “incremento exponencial” de las bajas laborales del personal sanitario debido al ‘burnotut’.
Esta cuarta y última entrega del Informe Bienal de SESPAS 2024, formada por el artículo ‘Salud y bienestar del personal sanitario: condiciones de empleo y de trabajo más allá de la pandemia’, se centra en los desafíos en materia de salud laboral de los trabajadores sanitarios en España, y las estrategias a seguir para mejorar su bienestar y, en consecuencia, mejorar la calidad asistencial del Sistema Nacional de Salud.
Así, enumera los principales motivos de desgaste profesional (burnout) entre los profesionales sanitarios en España. Entre otros problemas de salud mental, se encuentran las condiciones de empleo como las largas jornadas de trabajo o los turnos rotatorios y nocturnos, que generan riesgos psicosociales como la alta demanda y un bajo control, además de los riesgos ergonómicos como la manipulación de cargas o las posturas forzadas.
Esto se traduce en un “incremento exponencial de las bajas laborales”, creando “tensiones insostenibles” en la gestión de las personas que deben prestar la asistencia sanitaria, lo que puede conducir a “un mayor riesgo de mala calidad en la atención y a errores clínicos”, que podría tener consecuencias negativas en la seguridad al paciente, apuntan los autores en el estudio.
LAS MUJERES, PEOR REMUNERADAS
Las mujeres, que representan el 70 por ciento del personal sanitario en España, se enfrentan una serie de desigualdades laborales. A pesar de su predominancia en el sector, ocupan en su mayoría puestos peor remunerados y de menor prestigio.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a nivel mundial, “la proporción de mujeres en los puestos peor remunerados del sector es notablemente mayor que la de hombres, alcanzando hasta un 90 por ciento en el caso de las técnicas auxiliares de enfermería”. Por otro lado, las mujeres representan el 65 por ciento de los médicos y el 25 por ciento en puestos directivos.
En un informe de la OMS, que incluye a 104 países, se destaca que las trabajadoras sanitarias tienen menos probabilidades de estar a tiempo completo y más probabilidad de recibir salarios más bajos.
Además, las mujeres a menudo enfrentan una doble carga de trabajo, compaginando su empleo en el sector sanitario con las tareas domésticas y de cuidados, lo que añade una capa adicional de estrés y desgaste profesional.
LECCIONES PARA APRENDER DE LA PANDEMIA
Las instituciones sanitarias, especialmente los hospitales, son empresas muy complejas que requieren un esfuerzo extra en prevención de riesgos laborales. Los Servicios de Salud Laboral de estas empresas deben jugar un papel central, como ha ocurrido durante la pandemia, para mejorar las condiciones de trabajo y empleo de sus trabajadores.
“La pandemia de la Covid-19 ha puesto en evidencia la resiliencia del personal sanitario”, argumentan los autores. Sin embargo, más allá del plano individual, “no se ha de olvidar la necesidad de tener, sobre todo, organizaciones resilientes”, con capacidad para “anticipar, prepararse, responder y adaptarse a cambios acelerados y a interrupciones repentinas, presentes y futuras”.
Para mejorar la salud laboral del personal sanitario, los investigadores proponen la creación de un Observatorio sobre las Condiciones de Trabajo, Empleo y Salud del personal sanitario en el SNS, que recoja de manera continua y sistemática toda la información sobre las experiencias que van desarrollando las organizaciones sanitarias en materia de salud laboral, “así como disponer de la mejor información disponible de las encuestas de población activa, de salud y de condiciones de trabajo”.
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