MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
La movilidad social ascendente puede prevenir la demencia, un término que agrupa afecciones marcadas por la pérdida de mejoría y la disminución del funcionamiento cognitivo, ejerce una presión sobre los sistemas de atención médica y devasta la calidad de vida de los pacientes y su familia.
Esa es la principal conclusión de un estudio liderado por la Universidad de Osaka (Japón) y publicado en la revista ‘JAMA Network Open’.
El trabajo se basa en datos de 9.186 japoneses de al menos 65 años entre 2010 y 2016, y analiza los cambios en el nivel socioeconómico a lo largo de sus vidas.
Los investigadores utilizaron un registro nacional de servicios de atención de enfermería a largo plazo para determinar la incidencia de la demencia, lo que permitió un examen detallado de la relación entre las variaciones del estatus socioeconómico y el riesgo de demencia.
Hasta ahora, algunas investigaciones habían encontrado correlaciones entre el nivel socioeconómico y la susceptibilidad a la demencia, y sugirieron que cambios en el estatus socioeconómico a lo largo de la vida parecen influir en este riesgo, pero faltaban evidencias científicas.
LONGEVIDAD MÁS SALUDABLE
El nuevo estudio ofrece una evidencia respaldada por datos de que la movilidad social ascendente de vincula con un menor riesgo de demencia.
Específicamente, una transición de nivel socioeconómico descendente se asoció con la mayor pérdida de longevidad saludable a partir de los 75 años, mientras que una evolución ascendente se asocia con un periodo más largo de longevidad saludable.
“Nuestro hallazgo de que la movilidad social ascendente a lo largo de la vida de una persona se correlaciona con un periodo prolongado de envejecimiento sin demencia significa que mejorar las condiciones socioeconómicas podría ser clave para la prevención de la demencia y una longevidad más saludable”, según Ryoto Sakaniwa, autor principal del estudio.
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