MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Acción contra el Hambre (ACH) ha hecho un llamamiento urgente a la comunidad internacional para aumentar los esfuerzos y apoyar a las poblaciones del Sahel que, a pesar de la cercanía con Europa, sufren una gran falta de atención internacional y enfrentan “una profunda crisis climática, social y política, sumada a una de las peores crisis alimentarias y nutricionales de las últimas décadas”.
En su informe ‘Comienza el periodo de escasez en el Sahel. Más de 55 millones de personas en riesgo’ advierte de las dificultades para alimentarse durante el periodo de escasez, de junio a agosto de 2024, a millones de personas.
Coincidiendo este sábado, 25 de abril, con el Día de África, Acción contra el Hambre reitera la importancia de la solidaridad internacional y la necesidad de un apoyo continuo y dirigido para abordar no solo las consecuencias, sino también las causas profundas de la inseguridad alimentaria y nutricional en el Sahel.
Según ha recordado la organización, el período de escasez es una época crítica que abarca de junio a octubre, donde los alimentos de la última cosecha se agotan y los precios de los alimentos básicos se disparan. Este año, “la crisis se ha visto exacerbada por una combinación de factores incluyendo conflictos armados, problemas económicos y variabilidad climática, afectando principalmente a niños y niñas menores de cinco años, mujeres embarazadas y personas mayores”.
El Sahel, conocido por su vulnerabilidad a las variaciones climáticas, ha visto cómo los problemas se intensifican debido a conflictos recurrentes y una economía debilitada, ha explicado la ONG. Los precios de los alimentos básicos han aumentado, con incrementos que oscilan entre el 10% y más del 100% en comparación con los últimos cinco años. “Esta situación se ve exacerbada por la inflación y las restricciones comerciales, lo que ha llevado a un aumento en el costo de las importaciones alimentarias”, ha añadico ACH.
ACTUACIÓN POR PAÍSES
En respuesta a esta situación, la entidad social lleva años implementando intervenciones humanitarias en países como Mauritania, Malí, Senegal y Níger, enfocándose en mejorar el acceso a alimentos a través de distribuciones de efectivo y harina enriquecida, y promoviendo prácticas agrícolas sostenibles para fortalecer la resiliencia comunitaria.
En Mauritania, la organización apoya el desarrollo y la implementación de un sistema de protección social inclusivo y reactivo a las crisis. Además, colabora con socios locales para mejorar la gestión de los recursos naturales y fomentar la resiliencia comunitaria, especialmente en áreas afectadas por el periodo de escasez.
En Senegal, la respuesta de Acción contra el Hambre ha beneficiado a aproximadamente 800.000 personas, utilizando un enfoque integral que combina seguridad alimentaria, nutrición y medios de subsistencia, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles y fortaleciendo la resiliencia comunitaria.
En Níger, la situación es particularmente crítica, con una proyección que estima que 3,4 millones de personas se verán afectadas por el periodo de escasez este año. Acción contra el Hambre apoyó a 41.391 personas en 2023, mejorando su acceso a alimentos y reduciendo la adopción de estrategias de adaptación perjudiciales.
En Malí, se han implementado una respuesta para combatir la inseguridad alimentaria y la malnutrición, beneficiando el año pasado a 657.313 personas en regiones como Gao, Ménaka y Tombuctú, y llevando a cabo programas de distribución de alimentos y mejora de la diversidad alimentaria.
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