Al menos 70 personas se han muerto de hambre solo en uno de los 57 campos de desplazados desde principios de año, según ONG
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Más de 1,6 millones de desplazados en la provincia congoleña de Ituri, en el norte del país, viven amenazados por el hambre y a la sombra de los ataques de las numerosas milicias que azotan el territorio, como las Fuerzas Democráticas Aliadas o la Cooperativa para el Desarrollo del Congo (CODECO).
Diversos grupos de la sociedad civil de Ituri han dado la voz de alarma una vez más sobre una crisis que terminó de estallar en 2017 y que ahora mismo ha degenerado en una falta total de acceso a la ayuda humanitaria en los campos de desplazados que salpican localidades como Irumu, Djugu, Mambasa o Mahagi, que no han recibido ayuda desde el mes de febrero.
Buena desplazados de Ituri se refugian en 57 campamentos diseminados por la provincia pero hay un gran número de ellos que han decidido quedarse con familias de ayuda o bien han intentado buscar refugio en la vecina Uganda.
El coordinador de la sociedad civil de Ituri, Dieudonné Lossa, ha denunciado ante Radio Okapi, que solo en el campamento de Nyamusasi han muerto desde principios de año más de 70 personas por inanición, anemia u otras enfermedades derivadas de la falta de comida. Quienes se atreven a buscarla fuera de los campamentos se exponen a las atrocidades de las bandas armadas.
ONG internacionales como el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) lamentan que el conflicto en República Democrática del Congo ha quedado olvidado y que, cuando vuelve a aparecer ante los medios, la atención se centra en la vecina provincia de Kivu Norte, escenario de los combates entre el Ejército y las milicias del Movimiento 23 de Marzo. Ello impide que la crisis en Ituri adquiera la dimensión mediática que necesita.
“Mientras la atención del mundo está captada por el empeoramiento de la situación en Goma y sus alrededores, en la provincia de Kivu del Norte, la comunidad internacional pasa por alto repetidamente el conflicto en la vecina Ituri”, lamenta el NRC.
“El aumento de la violencia entre comunidades ha acelerado la ruptura de la cohesión social, ya que los repetidos ataques han obligado a cientos de miles de personas a abandonar sus hogares desde febrero de 2024”, ha añadido su director nacional para el país, Eric Batonon.
“No podemos darnos el lujo de pasar por alto el deterioro del conflicto en Ituri. La falta de atención internacional más allá de la crisis en Kivu Norte y la creciente ruptura de las relaciones entre las comunidades locales en todo Ituri exigen una acción inmediata. Necesitamos poder entregar más ayuda humanitaria y al mismo tiempo promover el diálogo y la reconciliación a nivel local”, ha solicitado.
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