SAN SEBASTIÁN, 21 (EUROPA PRESS)
La hermana de uno de los dos fallecidos, un joven que era amigo del acusado, en el accidente provocado por el presunto kamikaze de la AP-8, a la altura de Usurbil, en la madrugada del 11 de febrero de 2017, cuando tras circular más de ocho kilómetros en sentido contrario colisionó contra una ambulancia de transporte, ha afirmado que le han “perdonado”, porque le conocen y creen que “fue un error”.
La mujer ha comparecido en la tercera sesión de la vista que por estos hechos se desarrolla, con jurado popular, en la Audiencia de Gipuzkoa en la que también han testificado varios ertzainas y una sanitaria que atendió a los accidentados en el lugar de los hechos.
En el vehículo accidentado, conducido por el acusado, que se dirigía de San Sebastián a Bilbao hacia las seis y veinte de la mañana, tras pasar una noche de fiesta en la capital guipuzcoana, iban seis ocupantes, aunque tenía cinco plazas, dos de ellas, una pareja que viajaban abrazados y sin cinturón de seguridad, y que fallecieron en la colisión.
La hermana del joven fallecido en el siniestro, amigo del acusado, ha indicado que el procesado acudió “dos veces” a casa de la familia de su amigo fallecido “a pedir perdón”. “Dijo que había sido un error”, ha explicado.
Además, esta testigo de la defensa ha asegurado que le han “perdonado” porque también creen que “fue un error”. “Le conocemos suficientemente como para saber que no lo hizo aposta, es la verdad, no hay otra”, ha afirmado.
Por su parte, la sanitaria, también citada por la defensa, ha señalado que tras el aviso del accidente llegó al lugar de los hechos “en unos diez minutos” y fue “un poco caótico”. “No entendíamos bien qué había pasado”.
Además, ha señalado que a las dos personas fallecidas, que iban en la parte posterior del coche del acusado, en concreto detrás del conductor, “les faltaba la cabeza”, probablemente porque “llevaban la ventanilla abierta” cuando impactaron contra la mediana. “Es como una guillotina”, ha apuntado.
En cuanto al acusado, ha indicado que cuando le llevaban herido en la camilla “estaba desorientado”, como “si no supiera qué había pasado” e incluso al parecer preguntó si había fallecido. “Estaba en shock o desorientado”, ha indicado.
En la sesión también han declarado tres agentes de la Ertzaintza que elaboraron el atestado y un día después del accidente reconstruyeron el recorrido realizado por el acusado, en dirección contraria, entre el kilómetro 19 y 27’5 de la AP-8, a una velocidad media de entre 80 y 98 kilómetros por hora, en unos 7 minutos 74 segundos, trayecto en el que se cruzó con “siete turismos, tres camiones, un autobús, un trailer y un vehículo de mantenimiento de la autopista”.
Según han apuntado el acusado “podía haber salido de la vía porque pasó, por ejemplo, por una estación de servicio”, pero continuó en una conducción “errática”. “Comienza cometiendo una infracción que lleva a un error, a otro y a otro”, ha señalado uno de los agentes.
“No se enteraba de por dónde iba, ni hacia dónde iba”, ha incidido. Otro de los agentes ha incidido en que el acusado “obvió las dos señales de dirección prohibida, de tamaño considerable” al acceder a la autopista en sentido contrario, así como “flechas direccionales en el asfalto”.
El mismo ertzaina ha apuntado que este conductor se dirigió “sin ningún tipo de reacción a los estímulos, ni a los vehículos en sentido contrario, ni a las largas” en sentido contrario hasta que colisionó con la ambulancia, a la altura del kilómetro 27 de la AP-8.
La vista, que comenzó el pasado viernes con la conformación del jurado, y a la que este martes han acudido alumnos de un centro educativo en el marco de un programa didáctico del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, continuará mañana con más testificales, peritos y las conclusiones y se prevé que finalice este jueves.
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