VALÈNCIA, 15 (EUROPA PRESS)
La IV edición del ciclo de conciertos ‘Nits de Vivers’, que se celebrará desde final de julio hasta principios de agosto en los Jardines de Viveros, incluirá el Festival Karavan Planet, que se celebra por primera vez y que durante los días 26 y 27 de julio ofrecerá dos jornadas de música y celebración con artistas provenientes de distintos países, culturas y estilos para vivir la diversidad musical. Goran Bregovic y Stay Homas encabezan su cartel.
La primera jornada la encabezará el músico serbio y compositor de cine Goran Bregovic. Nacido en Sarajevo (Yugoslavia) en 1950, comenzó su carrera musical en 1966 como bajista del grupo local de rock Bestije. Desde entonces, ha formado parte de numerosos proyectos artísticos llevando su música más allá de sus fronteras, aunque lo que de verdad le hizo convertirse en icono fue su debut por todo lo alto con la banda sonora de la película “El tiempo de los gitanos” de Emir Kusturica.
Los mejores auditorios de todo el mundo han sido testigos de sus explosivas actuaciones en las que sintetiza y amalgama las diferentes formas folklóricas del este de Europa. Así, en su orquesta hay voces búlgaras, fanfarria de metales y el indispensable bombo, todos unidos para reflejar lo mejor de los sonidos tradicionales bajo el electrizante prisma que impone el director con su guitarra y sus arreglos.
También actuarán los franceses Babylon Circus nacieron en 1995 en Lyon como grupo de ska y reggae, y con el tiempo fueron mezclando influencias del punk, rock, swing, jazz y canción francesa. Son 8 personas sobre el escenario y cantan en inglés y francés, Cuentan con casi 30 años de carrera, dos mil conciertos en cuarenta países, seis álbumes, dos EPs y uno en directo; y han anunciado como última gira esta serie de conciertos que les traerá a València.
Y los valencianos Huracán Romántica son una banda de rock con canciones que rastrean nuevos terrenos musicales a los que suman letras elocuentes, que hablan sin concesiones. Temas que cuentan cosas y las cuentan bien, con composiciones que combinan guitarras potentes e intensas con melodías sutiles. Un proyecto de Gerardo Sanz, cantante de “La Pulquería”, maestro de ceremonias que maneja con solvencia y desparpajo los temas.
Asimismo, subirá al escenario ETLC (El Tío la Careta) es una banda también valenciana, de rock alternativo pegadizo que se acompaña de una potente sección de vientos. Su música es un grito contra las injusticias de un mundo que muchas veces vive de espaldas a los problemas sociales, pero también es optimismo y ganas de hacer la revolución sin perder la sonrisa y las ganas de vivir. Podremos verles en Karavan Planet presentando su último trabajo que lanzarán en breve.
En la velada del 27 de julio actuará Stay Homas, el grupo surgido en Barcelona durante el confinamiento. En sus numerosos conciertos, han demostrado que tienen uno de los mejores directos del país. Han conseguido vender todas las entradas en ciudades como Londres, París, Bruselas, Milán o escenarios como el WiZink Center de Madrid. Han completado tres giras en tres años, en las que también han conquistado los escenarios de festivales de toda la península.
Consolidados dentro del panorama musical estatal e internacional, Stay Homas es un fenómeno gracias a sus conciertos memorables que se sustentan con una colección de canciones que han enamorado a millones de personas de todo el mundo e incluso a artistas que han querido colaborar con ellos como Rubén Blades, Manu Chao o Michael Bublé.
Otra de las invitadas será la banda barcelonesa Che Sudaka formada por inmigrantes argentinos y colombianos que desde el año 2002 hasta la fecha, han regado su música libre e independiente por más de 1600 escenarios de 46 países en los 5 continentes. El directo de la banda es desde hace dos décadas uno de los más potentes de Europa según la opinión del público y los profesionales del sector musical.
El toque valenciano de la jornada lo pondrán Núria Pons, Marina Bolea, Laura Honrubia y Maria Deltell, o lo que es lo mismo, Maluks. Hay revoluciones que no valen la pena si no se pueden bailar. Porque la letra, con baile entra. Y porque la conciencia social, de clase y de género, nunca ha de estar reñida con el espíritu lúdico.
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