MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha asegurado que “la gran mayoría” de los accionistas de la compañía avalan el ritmo adoptado para la transformación del grupo, “combinando la sostenibilidad” con su negocio tradicional de hidrocarburos.
En su discurso ante la junta general de accionistas, Imaz afirmó que ese debate entre invertir más en petróleo o gas o acelerar en la descarbonización está presente, aunque consideró que “la gran mayoría de los accionistas de la compañía validan esta oferta de clara ruta, de transición energética que combina sostenibilidad con la capacidad de hacer frente a las necesidades energéticas que, en términos sociales y económicos, la sociedad tiene al día de hoy”.
A este respecto, apuntó que el objetivo de Repsol no pasa solamente por producir hidrocarburos, sino que también por el de prepararse como compañía “para el año 2040, para el año 2050, 2060”. “Y vamos a tener un mundo más descarbonizado. Y la rentabilidad de esta compañía pasa por prepararnos para ese horizonte”, dijo.
LA ESTABILIDAD REGULATORIA SERÁ “CLAVE” PARA PODER REALIZAR INVERSIONES.
Respecto a la apuesta por la transformación de sus centros industriales en España y Portugal para ir sustituyendo progresivamente los derivados del pétroleo por combustibles renovables y materiales producidos con economía circular, manifestó que para poder llevar a cabo estas inversiones será “clave el entorno y la estabilidad regulatoria”, así como “las alianzas estratégicas para el desarrollo de nuevas tecnologías”.
“Tenemos muchos proyectos de inversión en cartera. Pero van a requerir conocimiento y perfiles en nuevas tecnologías. Y lo decimos con mucha humildad, en esta casa hay mucho ‘know-how’, pero en este viaje de futuro no vamos solos. En todos los proyectos industriales estamos tratando de alcanzar alianzas y acuerdos con los mejores, con compañías del sector que comparten con nosotros el compromiso de avance en estas tecnologías”, añadió al respecto en referencia a empresas como Bunge, Navantia o Saudi Aramco, entre otras.
Asimismo, Imaz señaló que la política retributiva del grupo “continúa siendo una de las más atractivas de la Bolsa española y una de las más atractivas del sector en el mundo”.
Además, destacó los tres últimos años de “notable generación de caja y buenos resultados”, han permitido al grupo acelerar su transformación y adelantar el cumplimiento en los objetivos marcados, manteniendo también el compromiso con sus accionistas con más de 6.000 millones de euros de retribución, combinando dividendos y recompras.
De cara a los próximos años, aseveró que la hoja de ruta para retribuir a sus accionistas es “muy clara”, destinando entre el 25% y el 35% del flujo de caja de operaciones cada año a ello.
NUEVA FASE PARA LAS RENOVABLES DE DESARROLLO ORGÁNICO Y OPTIMIZACIÓN.
En lo que se refiere al área de renovables, después de una primera etapa de crecimiento, con las compras inorgánicas como palanca, estimó que ahora llega una nueva fase en la que “la prioridad” en este negocio pasará por centrarse en “acelerar el desarrollo orgánico de esta cartera de proyectos y en su optimización”.
“La optimización tanto de la eólica, la solar, el almacenamiento, la hidráulica o los ciclos combinados. Y es una prioridad para nosotros en este negocio optimizar la estructura financiera y la búsqueda de la rentabilidad”, dijo.
Con un total de 3.000 megavatios (MW) de capacidad ‘verde’ ya en operación, diversificados en tecnologías y geografías, y una meta de alcanzar los 9.000-10.000 MW a finales de 2024 -con una cartera de proyectos de más de 60.000 MW, principalmente en España y Estados Unidos, Imaz apostó así por avanzar en la rotación de la cartera de estos activos.
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