MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
La Policía Nacional ha desarticulado en Madrid una banda que ser apropiaba de móviles de usuarios haciéndose pasar por compañías telefónicas, que les ofrecían un terminal nuevo que nunca llegaba tras recoger el antiguo en sus domicilios.
Según informó este jueves la Policía, los agentes han detenido a 12 personas, a los que se imputan los delitos de estafa, revelación de secretos y pertenencia a organización criminal. Habrían causado a los afectados un perjuicio económico de más de 300.000 euros.
Los arrestados adquirían datos de clientes de manera fraudulenta centrándose en los que acababan de comprar un teléfono móvil, les llamaban para ofrecerles un terminal mejor y posteriormente lo recogían en su domicilio. Las víctimas no daban de baja sus cuentas ante la promesa de que les fueran a entregar su teléfono móvil, que en realidad había sido sustraído por los presuntos autores.
La investigación se inició tras la denuncia de una víctima, que comunicó a los agentes que le habían contactado de manera telefónica haciéndose pasar por personal de su compañía.
Los agentes lograron identificar a las personas que entregaban datos personales de los clientes a los ‘mensajeros’, como se conocía dentro de la organización a los encargados de recoger los móviles en los domicilios.
FUGA DE DATOS
De manera paralela, la compañía telefónica afectada informó sobre una fuga de datos de clientes por parte de una empresa subcontratada y ubicada en el extranjero. Estos clientes tenían en común haber solicitado la compra de un terminal.
Cuando los clientes solicitaban una devolución por cualquier motivo, los arrestados hacían uso de sus datos personales para llamarles haciéndose pasar por su compañía telefónica, arguyendo un error en el envío y ofertándoles una mejora en su compra.
Las víctimas no se percataban del engaño hasta la llegada de la siguiente factura mensual, cuando descubrían que les estaban cobrando cuotas del teléfono que habían devuelto sin que la compañía tuviera constancia de dicha devolución. Para entonces, el falso mensajero ya había vendido el terminal.
Los agentes descubrieron que en una conocida red social habían creado un perfil para reclutar mensajeros, logrando identificar al creador. También detectaron empresas de compra-venta de artículos en las cuales daban salida a los productos robados.
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