MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
El Gobierno ruandés ha rechazado las “absurdas” acusaciones de Estados Unidos, que este pasado sábado implicó al país africano en el bombardeo ocurrido el viernes contra dos campos de desplazados de República Democrática del Congo durante los combates entre el Ejército congoleño y las milicias del Movimiento 23 de Marzo (M23), que tanto Kinshasa como Washington consideran como financiadas y asesoradas por las autoridades y fuerzas de seguridad ruandesas para desestabilizar al país vecino.
De hecho, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, llegó a implicar directamente al Ejército de Ruanda en el bombardeo que costó la vida en la capital de la provincia de Kivu Norte, Goma, al menos a una docena de personas y dejó al menos 33 heridos en los campos de desplazados de Lac Vert, Lushagala y Mugunga, según estimaciones recogidas por Naciones Unidas.
El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños y que opera principalmente en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército congoleño contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.
El grupo lanzó una nueva ofensiva en octubre de 2022, recrudecida a partir de noviembre, lo que provocó una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto y ha provocado preocupación en la región ante la posibilidad de que estalle un conflicto entre ambos países.
En su cuenta de Twitter, Miller condenó específicamente “el ataque efectuado desde posiciones de las Fuerzas de Defensa de Ruanda y el M23 contra el campo de Mugunga” y exigió el “respeto a la soberanía territorial mutua” entre ambos países.
En respuesta, la portavoz del Gobierno ruandés, Yolande Makolo, rechazó toda implicación de su Ejército y acusó en su lugar a las fuerzas congoleñas y antiruandesas de lo ocurrido: al Ejército de RDC, a las llamadas Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y las milicias juveniles de autodefensa congoleñas que de un tiempo a esta parte se han incorporado a los combates contra el M23.
“Esto es ridículo, Matthew. ¿Cómo has llegado a una conclusión tan absurda?”, protestó Makolo en redes sociales. “Las Fuerzas de Defensa de Ruanda, que son un Ejército profesional, jamás atacarían un campo de desplazados”, ha añadido antes de pedir al portavoz que se fije “en las FDLR y en los Wazalendo, a quienes respalda el Ejército congoleño” si quiere encontrar culpables “de esta clase de atrocidad”.
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