MADRID, 25 (SERVIMEDIA)
El cambio climático es un fenómeno global, pero sus impactos pueden sentirse localmente. Así, el calentamiento del Ártico reduce los niveles de polvo atmosférico en varias partes de la Tierra.
Así se explica en un estudio dirigido por Michael B. McElroy, profesor de estudios ambientales en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas John A. Paulson de Harvard (Reino Unido), y publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.
El polvo puede tener un enorme impacto en la calidad del aire local, la seguridad alimentaria, el suministro de energía y la salud pública, pero se sabe muy poco sobre cómo el cambio climático global afecta a sus niveles.
Estudios anteriores han encontrado que los niveles de polvo en realidad están disminuyendo en el norte de la India, la costa del golfo Pérsico y gran parte de Oriente Medio, pero la razón sigue sin estar clara.
AMPLIFICACIÓN ÁRTICA
Investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas John A. Paulson de Harvard descubrieron que esa disminución de polvo puede atribuirse al calentamiento del Ártico, mucho más rápido que el resto del planeta en un fenómeno conocido como amplificación ártica.
Este proceso desestabiliza la corriente en chorro y cambia las trayectorias de las tormentas y los patrones de los vientos sobre las principales fuentes de polvo en el oeste y el sur de Asia, es decir, la Península Arábiga y el desierto de Thar, entre India y Pakistán.
“La gestión local de la tierra, la rápida urbanización y la industrialización ciertamente contribuyen a los niveles de polvo en el oeste y el sur de Asia, pero la novedad de nuestro estudio es la influencia cada vez más dominante del cambio de circulación en el contexto climático global más amplio”, indica McElroy.
Este investigador añade: “Los cambios en los patrones de circulación atmosférica, impulsados por cambios en la dinámica climática global, se han convertido en el principal impulsor de las recientes reducciones de polvo observadas en el oeste y el sur de Asia”.
“A nivel local, debemos pensar en acciones más fuertes contra la desertificación, como la reforestación y la gestión del riego, y cómo monitorear mejor las concentraciones de polvo a nivel urbano, en conjunto con estrategias amplias de mitigación del clima”, propone McElroy para reducir el polvo atmosférico.
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