MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El exárbitro Xavier Estrada Fernández aseguró este martes que el exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira “tenía todo el poder” dentro de este organismo, y criticó que el actual máximo responsable de los colegiados “siga reforzando el mensaje de que no pintaba nada”.
El exárbitro catalán presentó ‘La verdad sobre el caso Negreira. Mi lucha contra la corrupción arbitral’, un libro escrito en colaboración con el periodista de investigación e información de tribunales Miguel Ángel Pérez y donde repasa su vida desde sus inicios en el arbitraje hasta su retirada y que nace de su “indignación” tras estallar el ‘caso Negreira’, que está siendo investigado por la Fiscalía por supuestos pagos del FC Barcelona al exvicepresidente del CTA José María Enríquez Negreira entre 1994 y 2018.
“Enríquez Negreira tenía todo el poder, tenía la información de cada uno de los árbitros y asistentes de todas las categorías. Sabía quién iba a ascender y descender”, aseveró Estrada Fernández sobre el papel que desempeñaba el exvicepresidente de los árbitros que incluso le lanzó una “amenaza por no formar parte de la familia” por querer tener su propio equipo de asistentes cuando fue ascendido a internacional.
El catalán reconoce que “cuando explota el caso” empezó a “unir cosas” que había vivido “a nivel personal, que es no mostrar la realidad de lo que está pasando” y que a los árbitros anteriores que habían “hablado” les habían “echado”. “Oír, ver y callar”, definió como mecanismo del comité, asegurando que el problema es que este modo de proceder “se ha replicado en todas las delegaciones territoriales”.
Tras la salida a la luz del caso, el exárbitro decidió interponer una querella contra Enríquez Negreira y su hijo Javier, asesor de los colegiados, y sus empresas porque sintió “atacada su honorabilidad”. “Yo ingreso en el 1996, he estado 30 años en los que he estado en Primera División muchos de ellos y me indigna que un equipo haya estado pagando al vicepresidente de los árbitros porque nunca pensaba que esto podía suceder”, criticó.
Sobre si el equipo azulgrana se vio beneficiado por las maniobras del exvicepresidente del CTA, el exárbitro dijo que “eso lo debe determinar un juez porque es un procedimiento totalmente abierto y que se está investigando”. “Yo podría tener una opinión que es muy personal, pero hay muchas hipótesis”, zanjó.
“Al principio eres novato, pero luego vas madurando y ves cómo funciona el colectivo arbitral. Cuando no tienes la información es lógico pensar que no tiene más importancia”, explicó el catalán, que denuncia que hubo “mucha gente interesada en que la querella no avanzara”. “Había mucho interés en desviar la atención y que la gente no profundizara. Desde junio pasado, el presidente del CTA (Luis Medina Cantalejo) firma una carta, por demanda de la Fiscalía, donde explica que Negreira no pintaba nada”, recordó, lamentando que Medina Cantalejo “siga reforzando el mensaje de que Negreira no pintaba nada”, algo que “multiplicó” su indignación.
Además, advirtió que “los árbitros que pueden llegar arriba son de los perfiles de los que están en el poder”. “Sólo hace falta mirar las listas de ascensos y descensos de los últimos años”, apuntó. “Al final promoción es igual a dinero. No es lo mismo que un árbitro pite 22 partidos en la temporada, a que sean 16. No es lo mismo que esté en la élite, que en otras categorías. Hay que ver todo el mecanismo, cómo funciona el comité. Creo que es evidente”, sentenció el catalán.
“MODELO VICARIO”
Estrada Fernández explicó que “es importantísima la figura del asambleísta arbitral, que no es un representante arbitral, y que forma parte de las juntas directivas, de las comisiones delegadas, y que son puestos por confianza directa del presidente del CTA”. “Votan lo que se les dice que tienen que votar. Allí no entra todo el mundo y eso evidentemente hace que tengas unos privilegios que otros no”, declaró.
El excolegiado subrayó que “los asambleístas no son elegidos democráticamente ni por los compañeros sino que los pone el que tiene el cargo de responsabilidad”. “Si tú tienes ese cargo, a los compañeros que son de mi máxima confianza los designo y los promociono donde yo quiero”, añadió.
“Estos sistemas lo que hacen es promover precisamente que haya este tipo de comportamiento dentro del Comité. Desde que ha sucedido todo esto, se ha ‘bunkerizado’, se ven atacados y lo utilizan”, manifestó el ilerdense, que afirmó que “cuando estalla el caso puedes entender la amenaza, el funcionamiento de muchas cosas a nivel federativo, de los ascensos y descensos, de cómo funcionan las comisiones delegadas…”.
“HAY QUE CAMBIAR TODO EL SISTEMA”
Para explicar la forma en la que ese sistema funcionaba con independencia de la persona que ocupara el puesto de máximo dirigente, el catalán, Graduado en Psicología y especialista en Neuropsicología aludió a la conocida teoría del perro de Pavlov que cuando “escuchaba el sonido de la ‘campanita’, comía”. “Cuando tú vives en un sistema así, el modelo vicario, el precedente se va trasladando a nivel generativo y así funcionamos todos. El problema de esto ya no es el simple modelo, es que normalizamos cosas que no son normales”, declaró.
El excolegiado señaló además que en la época de Sánchez Arminio al frente del CTA, los árbitros estaban valorados por puntuaciones y un índice corrector, dos elementos que desaparecieron en la temporada 2018-2019, la primera con Carlos Velasco Carballo como presidente. “No existían ni puntuaciones y la lista de árbitros estaba ordenada por orden alfabético”, detalló.
Por ello, la situación con el arbitraje no se puede solucionar sólo en el estamento profesional. “Esto es una pirámide, hay que cambiar todo, no sólo lo profesional, eso es solo la punta del ‘iceberg’. Hay más de 15.000 árbitros en el ámbito principal, cambiar solo lo profesional sería un error, hay que cambiar todo el sistema”, sentenció.
Sobre la lentitud en el proceso judicial, Estrada Fernández no olvida que se trata “de muchísimos años” y “de que va a haber mucha gente implicada”. “Me gustaría que las cosas pudieran ir mucho más rápido, porque lo que queremos todos es que se transforme por el bien del fútbol y sobre todo para el bien del arbitraje, porque si no, no hay credibilidad ninguna”, aseveró.
El excolegiado confesó sentirse “solo” en su lucha contra la corrupción arbitral, pero manifestó que “quien se quiera añadir a la querella aún lo puede hacer”. “Tengo unos principios y unos valores” y tenía claro que una vez estalló el escándalo, sintió “vulnerado su honor”, lo que le empujó a publicar este libro que no tenía pensado escribir sobre su trayectoria en el arbitraje.
Por último, sobre por qué no ha hablado antes y ahora publica el libro, dijo que “por motivo contractual” no podía y que pensó hacer rueda de prensa en varias ocasiones, pero que finalmente decidió que la mejor forma era hacerlo a través de un libro, “explicándolo en primera persona”.
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