MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Cinfa y Farmamundi vuelven a activar su convenio de colaboración para apoyar la atención sanitaria a la población siria afectada por una situación de guerra de más de 13 años, a la que se suman las necesidades ocasionadas por el terremoto ocurrido en febrero del pasado año.
De los más de seis millones de personas desplazadas internas, la mitad ha sufrido directamente el impacto de los seísmos y continúa necesitando ayuda sanitaria. En concreto, se han enviado 1.159 kilogramos (5 palets) con antibióticos, antihipertensivos, antidiabéticos y otros medicamentos de primera necesidad.
De esta manera, Cinfa ha realizado una donación de 32.000 unidades de medicamentos de primera necesidad en la zona, por un valor total de 55.000 euros. Estos contemplan 22 fármacos distintos, desde antibióticos, analgésicos, antiinflamatorios o antiasmáticos, a tratamientos para enfermedades cardiovasculares o diabetes.
“Farmamundi ha gestionado estos dos envíos a través de las organizaciones Danish Red Cross y la italiana Un Ponte Per, ambas presentes en el noroeste de Siria. En concreto, y gracias a la donación de Cinfa, se han enviado 1.159 kilogramos de medicamentos”, señala el director general de Farmamundi, Joan Peris.
Por su parte, el presidente de Cinfa, Enrique Ordieres, afirma que “en situaciones tan dramáticas como la que vive Siria, agravada tras el terremoto, el abastecimiento de medicamentos resulta aún más urgente si cabe, no solo para aliviar las necesidades inmediatas surgidas en esta emergencia sanitaria, sino también posteriormente, para asegurar que los pacientes crónicos puedan continuar sus tratamientos”.
Por esta razón, concluye que “la labor de apoyo de Farmamundi en estos casos resulta fundamental”, y de ahí su “compromiso para respaldarles a la hora de ayudar a la población damnificada en Siria”.
Ambas organizaciones colaboran desde hace 18 años para paliar crisis sanitarias provocadas por catástrofes naturales o conflictos en distintos países del mundo. Además de participar en el Fondo de Emergencias, también han ayudado en la dotación y el suministro de medicamentos para mejorar la atención sanitaria a la población afectada por la guerra en Ucrania.
BROTES DE EPIDEMIA Y DETERIORO DE LA SALUD MENTAL
Los terremotos del mes de febrero del pasado año en la provincia de Gaziantiep, en Turquía, afectaron también al menos a 8,8 millones de personas en Siria, con más de 5.900 muertos, 11.200 heridos y 350.000 desplazados.
Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), los seísmos destruyeron más de 2.260 edificios y causaron daños en más de 32.000.
Gran parte de las personas desplazadas siguen viviendo en refugios provisionales instalados tras los seísmos, donde, además de a la carencia de medicamentos, se enfrentan a la falta de alojamientos seguros, alimentación suficiente o artículos de higiene básicos.
Asimismo, también se están produciendo brotes de epidemias de cólera, y un deterioro de la salud mental muy rápido. A todo ello se suma la situación de guerra que sufre la población siria desde hace 13 años.
Las últimas estimaciones de la ONU contabilizan más de 300.000 personas fallecidas desde que se inició el conflicto, unos 6,8 millones de personas desplazadas internas y 5,2 millones de personas refugiadas sirias en países cercanos, más del 60 por ciento de ellos en Turquía.
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