Advierte de que votos progresistas pueden “irse por el sumidero” para “beneficiar los intereses de la derecha”
BILBAO, 16 (EUROPA PRESS)
El cabeza de lista por Gipuzkoa del PSE-EE y ex delegado del Gobierno, Denis Itxaso, ha reiterado que su partido no va a pactar, tras las elecciones vascas, con EH Bildu y ha defendido que tiene “potestad y criterio” para adoptar esa decisión desde Euskadi. Asimismo, ha advertido de que votos progresistas pueden “irse por el sumidero” para “beneficiar los intereses de la derecha” debido a las candidaturas “divididas y enconadas” de Sumar y Elkarrekin Podemos.
En una entrevista concedida a Onda Vasca, recogida por Europa Press, Itxaso ha reiterado que el PSE-EE es “el partido que va a decidir las políticas que se van a llevar a cabo en el siguiente Gobierno Vasco”. No obstante, ha considerado que “no es un momento para hablar de alianzas”, que se tendrán que abordar tras conocerse los resultados de los comicios de este domingo von “con el apoyo que haya conseguido concitar cada uno”.
El candidato socialista ha reivindicado que “los pactos, en una sociedad tan fragmentada y tan plural y diversa, son imprescindibles para alcanzar la gobernabilidad” y, por tanto, “ahí estaremos”. Asimismo, ha advertido de que “cuanta más fuerza” tenga su partido, “más progresistas serán las políticas del Gobierno Vasco, más convivencia sembraremos y más estabilidad habrá en Euskadi”.
En todo caso, ha reiterado que el PSE no va a pactar con EH Bildu. Itxaso ha precisado que hay que diferenciar entre acuerdos sobre determinadas leyes o sobre proyectos, que pueden darse “con absoluta naturalidad”, y “compartir un gobierno” en una institución, que requiere un nivel de “coincidencia en la visión del país”.
Así, ha señalado que EH Bildu “lo quiere resolver todo con más soberanía y con más independencia” y también ha censurado su postura en materia de memoria y convivencia, en la que a su candidato a lehendakari, Pello Otxandiano, “se le ve muy incómodo” y con “unas evasivas y unas respuestas vacilantes”.
“La memoria, la convivencia, el trauma ha sido fuerte y creemos que estas cosas se pueden hablar sin hipérboles de la extrema derecha, sin exageraciones, sin convertirlo en un comodín, sin nada de eso. Pero sí hablando las cosas claramente y sabiendo un poco qué responsabilidades hemos acumulado cada cual”, ha remarcado.
A su entender, en Euskadi se ha adquirido “ya suficiente madurez democrática para condenar todas las violencias, la de ETA, la del GAL, la de la extrema derecha, la de los comandos autónomos, la de todos aquellos grupos que pretendieron con la aniquilación del adversario limitar y reducir la pluralidad vasca y con una intransigencia y con un fanatismo que lo único que generó fue dolor”. “A mí esto me sale de corrido, pero yo veo que a los candidatos de EH Bildu les produce una enorme incomodidad”, ha lamentado.
VIEJO DEBATE
Cuestionado sobre si la decisión final en materia de pactos se tomará desde el PSE-EE o desde la dirección del PSOE, ha criticado el “viejo debate que trata de situar al PSE como si fuera un partido dependiente”. “Los socialistas vascos, que hemos vivido en primera persona todas estas situaciones, tenemos no solamente potestad, sino criterio también suficiente para saber lo que nosotros representamos, lo que nuestros votantes esperan de nosotros”, ha señalado.
De este modo, ha subrayado que los socialistas vascos “no han dado esta lucha por la paz y la libertad en Euskadi para el día siguiente olvidarnos por completo”, a lo que se suma que PSE y EH Bildu tienen “un modelo de país” diferente.
Según ha criticado, el defendido por la izquierda soberanista de pretender “arreglar todo con independencia” está “profundamente equivocado”. “No fue precisamente la soberanía vasca la que nos consiguió las vacunas, ni la que consiguió los fondos europeos, que nos ha permitido salir de esa crisis tan profunda que provocó la pandemia”, ha advertido.
En otro orden de cosas, ha asegurado, en relación a las candidaturas de lo que fue el espacio de Elkarrekin, que le “duele profundamente, desde una perspectiva progresista, que haya tantos votos que se vayan a ir por el sumidero” –si no se llega al porcentaje del 3%– para “beneficiar los intereses de las derechas”.
En esta línea, ha subrayado que su partido es el que va a situar las políticas de progreso “en tantos campos”, unas causas que “pueden verse dañadas por unas candidaturas fragmentadas, divididas, enconadas entre sí, que lo único que hacen es desperdiciar el voto de izquierdas, porque realmente no se traducen en escaños”.
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