Álvarez visita las nuevas instalaciones que, con 860 metros cuadrados, posibilitarán reducir los tiempos de espera un 40%
La consejera de Salud, Marina Álvarez, ha visitado los nuevos laboratorios robotizados del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, que cuentan con capacidad para analizar 8.000 muestras diarias y se distribuyen en una superficie de 860 metros cuadrados. Los nuevos equipos permiten duplicar la capacidad máxima analítica hasta llegar a las 11.400 determinaciones de bioquímica, inmunoquímica y hematimetría cada hora. En 2017, estos laboratorios realizaron más de 11,6 millones de determinaciones.
Las nuevas instalaciones dan respuesta de manera ininterrumpida 24 horas al día y 365 días al año a toda la demanda asistencial que se genera tanto en atención primaria como en hospitalaria. Diariamente, se garantizará el servicio a unos 2.700 pacientes y posibilitará reducir los tiempos de espera en un 40%, resolviéndose las analíticas de Atención Primaria en 24 horas.
La remodelación de estos espacios, junto a la incorporación de nuevo equipamiento de vanguardia, ha supuesto una inversión de dos millones de euros. La mejora se ha realizado en tres fases para garantizar en todo momento la seguridad y calidad en la atención a los pacientes sin interrumpir la actividad asistencial. La renovación de los laboratorios en los hospitales de la sanidad pública andaluza, iniciada en 2015, ha supuesto hasta ahora una inversión de 184,6 millones de euros.
Los nuevos laboratorios cuentan con una zona diáfana en la que se ha instalado una cadena modular robotizada que integra pruebas de bioquímica general, hormonas, marcadores tumorales, hematología básica y coagulación básica. Además, permite analizar parte de las determinaciones de proteínas, vitaminas y fármacos, siendo posible igualmente consolidar la serología básica microbiológica. Asimismo, uno de los módulos está destinado a pruebas urgentes.
Una innovadora plataforma robotizada de 53 metros cuadrados prepara, destapona, clasifica, analiza, retapona, almacena y elimina las muestras, sin ninguna intervención manual. Esto ha permitido también que las mismas determinaciones se realicen con menos volumen de sangre y se requiera menos tubos de muestras. Así, se extrae un 20% menos de sangre y se necesita casi la mitad de tubos de orina, tanto en niños como en adultos.
Más capacidad y seguridad
Las nuevas instalaciones permiten ampliar no solo la capacidad, sino también la fiabilidad analítica, ya que se automatiza la fase preanalítica y se integra en la cadena, con lo que se evitan errores manuales. Asimismo, se reducen las alícuotas, que son las particiones que se realizan antes de que las muestras se introduzcan en los autoanalizadotes, lo que simplifica su procesamiento y disminuye la demora. Las muestras se guardan en una seroteca totalmente automatizada que permite repetir o ampliar determinaciones y desecharlas en un proceso automatizado.
Además, los nuevos laboratorios mejoran la seguridad, al reducir la manipulación de muestras por el personal, y también el confort para los cerca de 100 profesionales que trabajan en la Unidad de Gestión Clínica de Bioquímica, con una configuración de los espacios que favorece que el área de trabajo sea exterior y diáfana. La nueva infraestructura también reduce el nivel de ruido provocado por el equipamiento y disminuye las distancias y el trabajo manual.
Otra de las novedades es que se han integrado los laboratorios de Urgencias y Hematología en la cadena, robotizándose todas las fases del proceso. Para esto se han introducido equipos modulares y flexibles que se adaptan a las necesidades y carga de trabajo en todas las fases analíticas. Las nuevas instalaciones permiten cuidar el medio ambiente, con la limitación y la segregación de los residuos contaminantes.
- Te recomendamos -