VALÈNCIA, 12 (EUROPA PRESS)
Un estudio de arqueología digital de la Universitat de València (UV) ha puesto de manifiesto que los ídolos oculados de la Península Ibérica, unas figuras prehistóricas talladas en huesos largos que representan motivos en forma de ojo, tuvieron su foco original en el sur de la actual provincia de Valencia y el norte de la de Alicante –en concreto, en la cuenca del río Serpis– y de ahí se expandieron hacia las de los ríos Tajo-Júcar y hacia la del Segura-Guadiana.
El estudio de cien de estas piezas y su caracterización se ha publicado en la revista ‘Journal of Archaeological Science: Reports’. La metodología empleada se basa en algoritmos de visión por ordenador y aprendizaje automático para extraer descriptores visuales robustos de los patrones decorativos de las imágenes y agruparlas de manera no supervisada.
“Con las técnicas arqueológicas convencionales no se ha podido descifrar las narrativas de los ídolos, a pesar de ser unas piezas que desde hace décadas han despertado una gran fascinación y misterio en la investigación arqueológica”, explica el autor del trabajo, Joaquín Jiménez-Puerto, investigador del departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la UV.
Estas piezas, muy frecuentes en la mitad sur de la Península Ibérica, se han hallado en cuevas y contextos funerarios megalíticos de hace unos 5.000 años, en el período de la Edad del Cobre.
Los ídolos oculados, tallados principalmente en hueso y piedra, muestran las creencias religiosas y las prácticas sociales de sus creadores, además de explicar las interacciones culturales y la expansión de grupos humanos en la Península Ibérica.
Según el estudio, el análisis de estos artefactos sugiere una conexión cultural significativa entre la región del río Serpis; la cultura de Almería, situada más al sur, y el valle del Tajo al norte.
POSIBLE RUTA DE INTERCAMBIO
“Esta vinculación destaca una posible ruta de intercambio y difusión de ideas y técnicas entre áreas geográficas que, aunque separadas por cientos de kilómetros, compartían rasgos simbólicos comunes en sus expresiones artísticas”, expone el investigador del programa Prometeo para grupos de excelencia de la Generalitat.
La herramienta, basada en algoritmos de visión por ordenador, ha concluido que, desde el yacimiento de La Pastora de Alcoi (Alicante), este arte se expandió hacia el oeste y el norte, con lo que el eje de los ríos Júcar y Tajo fue el límite más septentrional y el eje del Segura y el Guadiana la frontera sur y oeste, en una datación posterior. Así, son numerosas las piezas arqueológicas del eje del Guadiana o la actual zona próxima a Madrid, datadas posteriormente a las de los yacimientos valencianos.
“El análisis de patrones visuales en objetos de la cultura material ha sido una parte central de la práctica arqueológica, pero ha dependido típicamente de métodos cualitativos. Con la arqueología digital, ha habido un creciente interés en desarrollar técnicas más objetivas y cuantitativas para comparar y clasificar objetos basados en atributos visuales”, señala el investigador.
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