Organizaciones humanitarias alertan de que Sudán “se está tambaleando en el precipicio de una de las peores crisis de hambre”
MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido a la comunidad internacional “trabajar por la paz” en Sudán ante el primer aniversario del conflicto entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
“El próximo lunes se cumplirá un año del catastrófico conflicto en Sudán, que ha costado miles de vidas y ha dejado a millones de personas sin alimentos, refugio, atención médica ingresos protección”, ha señalado a través de su perfil en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
Tedros ha recordado que “los ministros del mundo se reunirán en París para discutir formas de satisfacer las extremas necesidades humanitarias”: “Les instamos a aumentar su inversión y apoyo. Y, en definitiva, a trabajar por la paz”, ha expresado.
ONG PIDEN “EVITAR LA POSIBLE PÉRDIDA DE CIENTOS DE MILES DE VIDAS”
En la víspera, organizaciones humanitarias que trabajan en Sudán y en sus países vecinos hicieron sonar la alarma de que Sudán “se está tambaleando en el precipicio de una de las peores crisis de hambre del mundo”, razón por la que instaron a los actores a intensificar “inmediatamente los esfuerzos para prevenir la hambruna y evitar la posible pérdida de cientos de miles de vidas”.
“El deterioro de la crisis de hambre que se desarrolla hoy es el resultado directo del conflicto y representa un total desprecio por el Derecho Internacional Humanitario y las normas de Derechos Humanos por parte de todas las partes en el conflicto. Sudán se está convirtiendo rápidamente en un claro ejemplo del hambre inducida por el conflicto”, reza un comunicado.
Las organizaciones –entre las que se encuentra el Foro INGO de Sudán, la ONG Foro Sudán del Sur y el Grupo de Trabajo Interagencias– ha subrayado que “quienes enfrentan la inseguridad alimentaria más aguda viven en áreas donde la violencia ha sido más intensa”, que los combates han “afectado las cosechas” y que el poder adquisitivo “se ha desplomado”.
Además, el acceso a la ayuda humanitaria “sigue estando gravemente restringido por barreras administrativas, restricciones al movimiento de civiles, puntos de cruce fronterizos insuficientes e inseguridad, con obstáculos para los movimientos de personal y suministros esenciales tanto a Sudán como dentro”.
“La crisis en Sudán también plantea importantes desafíos a la seguridad regional y la estabilidad económica”, han agregado, debido a que más de 1,8 millones de personas han huido desde que comenzó el conflicto. La mayoría de ellos buscan refugio en países vecinos, como Chad, Sudán del Sur o Egipto, lo que supone presión para países “ya frágiles con sus propias crisis humanitarias”. A esto se suma que, “ante la hambruna que se avecina”, el número de refugiados aumentará significativamente a medida que los civiles buscan alimentos.
La guerra estalló el 15 de abril abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar –ahora declarado como una organización terrorista– en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento de Al Bashir.
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