MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha evidenciado este sábado su preocupación ante la irrupción la víspera de efectivos policiales ecuatorianos en la Embajada de México para detener al exvicepresidente Jorge Glas y ha llamado a la moderación, pidiendo que se respete el Derecho Internacional.
“El secretario general está alarmado por el ingreso forzoso de fuerzas de seguridad ecuatorianas a las instalaciones de la Embajada de México en Quito”, ha afirmado el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, en un comunicado.
El representante de la ONU ha reafirmado en la misma nota “el principio cardinal de la inviolabilidad de los locales y del personal diplomático y consular” y ha subrayado que “este principio debe respetarse en todos los casos, de conformidad con el Derecho Internacional”.
En la misma línea, ha advertido de que “las violaciones de este principio ponen en peligro la búsqueda de relaciones internacionales normales”, algo que considera “fundamental para el avance de la cooperación entre los Estados”.
Así las cosas, Guterres ha hecho un llamamiento a la moderación y ha exigido a ambos Gobiernos que resuelvan “sus diferencias por medios pacíficos”.
Estas declaraciones llegan después de que “policías de Ecuador entraran por la fuerza” en la Embajada de México y “se llevaran detenido al exvicepresidente del país Jorge Glas Espinel, que se encontraba refugiado y tramitando asilo por la persecución y el acoso que enfrenta.
Glas, cabe recordar, permanecía desde mediados de diciembre en la sede diplomática mexicana, donde ingresó argumentando temor por su seguridad y libertad personal. La Embajada lo acogió como huésped y sus abogados ya informaron hace semanas de que habían entregado una solicitud formal para el pedido de asilo político.
Esta maniobra del exvicepresidente se produjo después de que la Policía Nacional ordenara su detención para prestar declaración ante la Fiscalía por el caso de posible malversación de caudales públicos en la reconstrucción de la provincia de Manabí tras el terremoto de 2016, que dejó más de 670 muertos.
Tras la declaración como ‘persona non grata’ a la embajadora mexicana en Quito y su posterior expulsión del país, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que su país concedería finalmente asilo político a quien fue vicepresidente de Ecuador con Rafael Correa durante diez años, el detonante de esta crisis diplomática que ha estallado con la entrada de la Policía ecuatoriana en la Embajada de México.
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