El equipo de arquitectos destaca que habrá que “rehacer” el inmueble, ya que se encuentra en estado “lamentable”, salvo la sala principal
VALLADOLID, 4 (EUROPA PRESS)
El proyecto de rehabilitación del Teatro Lope de Vega de Valladolid, que plantea un presupuesto de licitación de 14.164.302 euros contempla tres espacios diferenciados tales como la Sala Principal, con un aforo de 501 espectadores sentados o hasta 700 de pie; y dos salones polivalentes que podrían albergar, respectivamente, 200 y 300 personas.
Así lo han detallado este jueves en una rueda de prensa los arquitectos responsables del proyecto Ignacio García Pedrosa y Óscar Ares, que han detallado el diseño de una obra que, como ha incidido el segundo de ellos implicará “rehacer o rehabilitar” gran parte del inmueble, ya que “salvo la Sala Principal” han encontrado un edificio, inaugurado en 1861, en condiciones “lamentables” actualmente.
De ahí que si bien en 2022, cuando se licitó la redacción del proyecto durante el anterior mandato municipal encabezado por él socialista Óscar Puente, se estimaba un coste de algo menos de 7 millones de euros, la redacción definitiva plantea un presupuesto de más del doble, con 9,8 millones de euros para la ejecución material de las obras y otros 4,2 millones de euros en concepto de gastos generales, beneficio industrial e IVA.
Junto a los arquitectos de Paredes y Pedrosa y Contextos de Arquitectura, ha estado el concejal de Urbanismo y Vivienda, Ignacio Zarandona, que ha destacado que esta presentación es un momento para “dejar de mirar al pasado” y “pensar en el futuro”, en un proyecto que recuerda que ha pasado “muchos momentos y vicisitudes” desde su cierre en el año 2006.
Para Zarandona, los estudios que se han adjudicado el proyecto –forman una UTE– han cumplido los objetivos de elaborar un diseño “a la altura de la época” y que se “adelante a lo que puede ser necesario en las décadas venideras”. Así, el también arquitecto, ha definido el proyecto como “un edificio inteligente y que responda a la polivalencia para albergar cualquier tipo de uso cultural y de espectáculos”.
Eso sí, ha advertido de que el elevado coste, que confía en que no se encarezca más, será un esfuerzo “importante”, si bien también se ha recordado que el proyecto cuenta con el apoyo de fondos europeos.
El proyecto definitivo se publicará este viernes en el Diario de la Unión Europea y el próximo lunes, 8 de abril, se prevé que se pongan a disposición ya los pliegos de licitación para que se puedan presentar las ofertas empresariales en un plazo que concluirá el 10 de mayo.
“SI SE CUMPLEN LOS PLAZOS”, ESTARÁ EN DOS AÑOS Y MEDIO.
A partir de ahí, se reunirá la mesa de contratación, se adjudicará la obra y “si se cumplen los plazos” que fijan un periodo de 27 meses, el edil ha estimado que el Lope de Vega podría estar renovado dentro de “dos años y medio” –a finales de 2026–.
Como ha recalcado el arquitecto Óscar Ares, el proyecto contempla una rehabilitación para “proponer un teatro moderno, que se adapte pero que guarde esencias principales de lo que es el teatro, sobre todo en la sala central”, en la que como ha añadido García Pedrosa, los vallisoletanos podrán recordar “claramente” su memoria del Teatro Lope de Vega.
Ares ha detallado el estado en el que se han encontrado el inmueble, al que ha definido como “lamentable” con la excepción de la sala principal, en la que se llevó a cabo más recientemente una actuación que ha permitido “salvarla”. Ha señalado, como “anécdota”, que cuando se realizaba una inspección de uno de los espacios el equipo tuvo que “salir corriendo” ya que “se caía una de las vigas”.
En el resto, sobre todo en el vestíbulo, el ‘foyer’ y los nuevos espacios situados en la fachada de María de Molina y en el lateral de la calle 20 de febrero, la intervención deberá ser, como ha cifrado García Pedrosa, una renovación del “90 por ciento de los elementos”. Además, los “deambulatorios” también se renovarán e incluso se eliminará alguno de ellos ya que actualmente no cumplen las condiciones ni dimensiones exigidas en la actual normativa constructiva.
En la sala principal, la intervención no será tanto una rehabilitación sino una “restauración muy precisa”, pues se pueden conservar muchos elementos. Eso sí, habrá que sustituir todas las butacas, ejecutar una nueva solera estructural y un nuevo pavimento, por lo que García Pedrosa ha cifrado esta intervención en una renovación “al 50 por ciento”, con la excepción de la torre escénica que se ejecutará desde cero.
LOS TRES ‘ESPACIOS LOPE DE VEGA’.
La sala principal, definida por los arquitectos como “la joya” del Teatro Lope de Vega, conservará su forma de “herradura” y verá reducida su capacidad para incorporar tecnologías actuales y adecuarla a las exigencias de accesibilidad y visibilidad, de modo que ofrecerá 501 butacas –292 en la platea, 121 en palcos y 88 en ‘balcones’–.
La gran novedad será que las nuevas butacas tendrán un sistema de raíles que permitirá su retirada y almacenamiento, con lo que en esta sala se puede crear un espacio diáfano para otro tipo de espectáculos y elevar la capacidad hasta los 700 espectadores, aproximadamente.
Además, se creará una “plataforma móvil” para orquesta, algo con lo que el Teatro hasta ahora no había contado.
En el edificio de acceso a la sala principal, con entrada por la fachada principal de la calle María de Molina, además de rehabilitar el espacio de la entrada, que destacará por su luminosidad, se ejecutará en el primer piso uno de los nuevos espacios, con una grada retráctil que le permitirá adaptarse para conciertos con una infraestructura “menos compleja” o proyecciones de pequeño formato, con unos 30 espectadores, o acoger exposiciones y eventos con capacidad de hasta “180 ó 200 personas”.
Del mismo modo, se creará otro espacio nuevo en el lateral que da a la calle 20 de febrero, donde se ubicó hace décadas una cafetería y posteriormente se crearon despachos y oficinas.
Esta nueva sala polivalente, que llevará el nombre ’20 de febrero’ será también modulable e incluirá una cafetería con ambigú, al tiempo que podrá adaptarse para acoger celebraciones, presentaciones, talleres o conferencias, con una capacidad estimada para 300 personas.
POSIBILIDAD DE ACOGER “PEQUEÑOS CONGRESOS”.
Ignacio Zarandona ha querido insistir en la “polivalencia” de estos espacios, que se podrán combinar, y que podrían servir también, “por ejemplo”, para acoger “pequeños congresos”.
El proyecto también da importancia a la eficiencia energética y se contempla como un “edificio bioclimático”, con placas fotovoltaicas en la fachada sur, aprovechamiento de ‘aguas grises’ y un lucernario, ubicado sobre la zona de acceso a la sala principal, que permitirá captar calor en invierno y extraer aire caliente en verano.
Además, se plantea la utilización de materiales locales y de producción cercana en las obras de construcción.
Cabe recordar que, tras más de una década sin uso, el Ayuntamiento de Valladolid llegó a un acuerdo en el año 2020 para quedarse con la propiedad de este espacio cultural mediante una permuta con Unicaja, que recibió a cambio una parcela urbana de valor muy similar en la zona del callejón de la Alcoholera. El anterior equipo de Gobierno realizó una primera valoración del estado y actuaciones puntuales para asegurar las zonas más dañadas e impulsó el inicio el proceso de licitación del proyecto en el año 2022.
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