MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
Un equipo de investigación liderado por el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (Ibmcp), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València (UPV), comprobó que un gen denominado ‘FUL’ controla la duración de la fase reproductiva en plantas de cultivo como el guisante.
Esto permitiría usar este gen como herramienta biotecnológica para prolongar esta fase y aumentar así la producción de frutos y semillas en guisante y en otras leguminosas como garbanzos, lentejas o judías, según afirma el trabajo, publicado este martes en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (Pinas).
Las plantas anuales tienen un solo periodo reproductivo, durante el que producen flores y frutos. Los científicos buscaron los factores genéticos que causan que las plantas dejen de florecer y que, por tanto, controlan la duración de su fase reproductiva.
“Los primeros estudios se realizaron sólo en Arabidopsis, una planta de laboratorio sin interés agronómico”, recordó la profesora de investigación del CSIC, Cristina Ferrándiz. “Queríamos saber si esta función de ‘FUL’ es la misma en otras especies, en particular en las de cultivo, y si podemos utilizar este conocimiento para generar plantas que produzcan flores y frutos durante más tiempo, y tengan así un mayor rendimiento”, resumió.
Para ello, también se estudió el papel del gen FUL en plantas de guisante, una leguminosa de alto valor nutritivo.
“Hemos visto que las mutaciones que causan la pérdida de función de los genes ‘FUL’ en guisante llevan a que las plantas produzcan flores y, por tanto, frutos durante mucho más tiempo”, explicó Ferrándiz. Así, añadió que “esto nos indica que ‘FUL’ controla la duración de la fase reproductiva no sólo en la planta de laboratorio Arabidopsis, sino también en otras especies, incluidas las plantas de cultivo”.
Igualmente, sostuvo que “la producción prolongada de flores y frutos se traduce en que, en ciertas variedades de guisante, las mutaciones en los genes ‘FUL’ lleguen a duplicar la producción de semillas, con idénticas características nutricionales a las de plantas no mutadas, tanto en invernadero como en plantas cultivadas en el campo”.
Los autores de este trabajo destacaron que para obtener las mutaciones en los genes ‘FUL’ analizadas utilizaron bancos de mutantes obtenidos por métodos clásicos, sin necesidad de generar plantas transgénicas.
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