Será juzgado junto a su exmujer y otro empresario implicado en estos hechos en abril en la Audiencia Provincial de Álava
SANTANDER, 29 (EUROPA PRESS)
La Fiscalía ha solicitado una pena de nueve años de cárcel para el expresidente del Racing de Santander Dimitri Piterman por un delito continuado de apropiación indebida y tres de falsedad contable en su etapa al frente de la Sociedad Deportivo Alavés.
El ministerio público imputa también estos ilícitos a la exmujer del ucraniano y a otro empresario involucrado en la gestión del club vasco, según su escrito de acusación por estos hechos, que serán juzgados del 8 al 12 de abril en la Audiencia Provincial de Álava.
En concreto, pide a cada uno de ellos cinco años y medio de cárcel e inhabilitación para cargo de administración en mercantiles y multa de 1.500 euros por un delito continuado de apropiación indebida. Subsidiariamente, interesa que sean condenados por administración desleal a cuatro años.
Y por la falsedad contable reclama un año y medio de cárcel e inhabilitación -a razón de seis meses por cada ilícito-, así como también el pago de las costas procesales por esta causa y que indemnicen al Alavés en la cantidad que se determine en sentencia.
Según el escrito provisional de la Fiscalía, Piterman adquirió el Alavés en 2004 -un año después de haber comprado el Racing- y en julio pasó a ser presidente y consejero delegado de la sociedad deportiva vasca.
Del Consejo de Administración formaba parte, como secretaria y vicepresidenta, su entonces mujer -en paradero desconocido en el momento de acusar la Fiscalía- y meses después nombró también al tercer acusado, José Nereo Ruiz, consejero de ese órgano, que se mantuvo hasta julio de 2007.
En base a sus cargos sociales y actuando “en su propio beneficio”, los dos empresarios se apoderaron de fondos del Alavés, al que causaron un perjuicio económico “grave”, por más de 3,1 millones de euros.
HOTELES DE 5 ESTRELLAS Y VIAJES
Y es que durante los tres años que fueron consejeros, los acusados se alojaron sin justificación deportiva en un hotel de 5 estrellas de Vitoria, en el que hospedaron también a personal vinculado a ambos, abonando el importe de los gastos con fondos del club (278.184 euros).
Además, el expresidente de la sociedad deportiva abonó, entre julio de 2005 y septiembre de 2006 con dinero de la entidad, más de 49.200 euros a una agencia por viajes y estancias “personales”.
En concreto, facturas por billetes de avión en clase bussines para ir y regresar de Bilbao a San Francisco con escalas en Londres y París, para volar de la capital vizcaína a la francesa, volver desde Tenerife, y viajar de Santander a Barcelona, Madrid y Palma de Mallorca, donde se abonaron gastos de alojamiento en un lujoso hotel.
De acuerdo con la Fiscalía, los dos procesados trataron de “ocultar ese apoderamiento” mediante una factura de 50.000 euros emitida por una empresa domiciliada en Reino Unido, que aportaron como supuesta compensación a los gastos de viaje sufragados por el club, pero “sin conexión ni justificación”.
En tres años, se apoderaron de fondos del club por importe de 2,3 millones, emitiendo facturas desde empresas vinculadas a ellos pero sin soporte contractual alguno que las justificase, siete de ellas por medio de una entidad de la que era administrador Piterman y que sumaban más de un millón.
También se contabilizaron 33 giradas a través de una sociedad administrada por Nereo por valor superior a los 600.000 euros. Este último, a través de las empresas de seguridad que contrataba, facturó al Alavés casi 52.000 euros por servicio de personal que se prestó en el domicilio de Piterman y su familia, y que se pagó con fondos del club.
Ambos acusados, con intención de obtener un enriquecimiento patrimonial ilícito, acordaron con una mercantil cancelar una deuda por más de 69.000 euros de la que era acreedor el club a cambio de recibir material audiovisual en un aparta hotel que Piterman tenía en Palamós.
Este último también abrió una oficina bancaria de esa localidad de Girona una cuenta a nombre del Alavés que estuvo operativa hasta abril de 2007 y en la que se operaba de manera “opaca” la contabilidad y control de la sociedad deportiva.
Y los dos, en perjuicio de los fondos sociales que administraban abonaron casi 194.000 euros mediante pagos por caja en base a facturas con datos fiscales “inexactos, de fecha posterior, con precio global” y sin que los servicios en cuestión fueran “prestados” al Alavés.
También realizaron aportaciones de fondos del equipo sin soporte documental a otro club de fútbol sala por casi 150.000 euros, y para “ocultar su ilícito beneficio” y la situación financiera “real” del Alavés cuando eran consejeros, no llevaron a cabo la contabilidad obligatoria ni presentaron o legalizaron los libros contables en 2004, 2005 y 2006.
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