VALÈNCIA, 27 (EUROPA PRESS)
Un equipo de profesionales del Oceanogràfic de València ha viajado hasta las Islas Shetland del Sur, en Argentina, para participar en un estudio científico sobre la vida marina en la Antártida y la respuesta de varias especies frente al cambio climático.
En particular, este proyecto –PICTA (PICTA 2010-01)– tiene como objetivo profundizar en el conocimiento de la alimentación y el estado de salud de cinco especies de pinnípedos antárticos, como el elefante marino del sur (Mirounga leonina), la foca cangrejera (Lobodon carcinophaga), la foca de Weddell (Leptonychotes weddellii), el lobo marino antártico de dos pelos (Arctocephalus gazella) y la foca leopardo (Hydrurga leptonyx), detalla el oceanográfico valenciano en un comunicado.
La iniciativa, denominada ‘Biología trófica y respuesta al cambio climático de los pinnípedos de la Península Antártica y el Arco de Scotia’, pretende “comprender y preservar la biodiversidad en uno de los entornos más remotos y frágiles de nuestro Planeta”.
Para este estudio, se analizan aspectos clave como la dieta, la condición física y las tendencias poblacionales a gran escala de estas especies.
Durante el mes de febrero y hasta finales de marzo, Carlos Barros y Nacho Fayos, veterinario y cuidador de mamíferos marinos del Oceanogràfic de Valencia respectivamente, están colaborando estrechamente con integrantes del programa de investigación de Mamíferos Marinos del Instituto Antártico Argentino durante la campaña antártica de verano.
Un trabajo de campo que se concentra en Zonas Antárticas Especialmente Protegidas (en este caso ZAEP N °132 “Península Potter”) de la isla 25 de Mayo, en el archipiélago de las islas Shetland del Sur.
Bajo el liderazgo del investigador principal Javier Negrete y respaldado por el Instituto Antártico Argentino, la Dirección Nacional del Antártico y el Comité Polar Español, se realizan tareas de observación del comportamiento social de estos animales, recolectan muestras, materiales óseos y se llevan a cabo censos poblacionales de mamíferos marinos.
La investigación cuenta además con la participación de varios organismos que forman parte del sistema de ciencia y tecnología del estado argentino, como las universidades nacionales y el Conicet, reafirmando así la importancia del estado nacional en la construcción de conocimiento. El proyecto involucra también a diversos organismos internacionales.
Gracias al trabajo y a la experiencia que los profesionales del Oceanogràfic llevan a cabo con los animales en un centro tan controlado como el acuario de Valencia hace posible realizar las labores veterinarias y de investigación con los animales que habitan en un entorno natural.
El equipo del Oceanogràfic participa en este proyecto y “contribuye con su amplia experiencia y conocimiento en el estudio del estado de salud de las poblaciones salvajes”. Su labor se centra en identificar las enfermedades presentes y las ausentes, como la posible transmisión de la gripe aviar desde las aves silvestres a mamíferos marinos, con el objetivo de comprender cómo podrían influir en la dinámica poblacional.
Además, los técnicos del acuario fijan algunos dispositivos satelitales en elefantes marinos para estudiar su comportamiento, el uso de su hábitat o los patrones de conducta. Unas rutas que pueden proporcionar importantes datos a la comunidad científica y que ayuden a comprender la dinámica poblacional de estas especies y su posible respuesta al cambio climático.
Del mismo modo, el Oceanogràfic de la Ciutat de les Arts i les Ciències de Valencia también colabora en la investigación a través de la realización de censos poblacionales y registro de medidas corporales de los mamíferos marinos presentes en diferentes ubicaciones de estudio.
INFORMACIÓN VALIOSA SOBRE SALUD Y BIENESTAR
Gracias a la recolección de muestras de tejidos, también se puede obtener información valiosa sobre la salud y el bienestar de estas poblaciones y su adaptación a los cambios ambientales.
Paralelamente, a través de las biopsias, las heces y los restos de los animales encontrados sin vida en las playas, se recolectan para analizar la posible concentración de elementos esenciales, metales pesados o la presencia de microplásticos, buscando, además, posibles nuevas amenazas que estén afectando a su bienestar.
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