El documento destaca que las autoridades rusas practican este tipo de actos de forma “extendida” y “rutinaria”
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU ha publicado este martes un informe que recoge numerosos casos de torturas y ejecuciones por parte de Rusia y de Ucrania contra prisioneros de guerra (también contra civiles en el caso ruso) que abarca desde el 1 de diciembre de 2023 hasta el 29 de febrero de 2024.
Sin embargo, la Oficina destaca que este tipo de acciones respecto al tratamiento de los presos son algo “extendido” y “rutinario” en los centros de detención rusos, instalaciones que a menudo se encuentran en unas condiciones que no se ajustan a los requisitos del Derecho Internacional Humanitario, según 60 testimonios de prisioneros ucranianos liberados y que además han sido comparados con otros previamente documentados y con otras informaciones públicas.
“Los prisioneros de guerra han proporcionado relatos creíbles y detallados que concuerdan con conclusiones anteriores de la Oficina, según las cuales la tortura y los malos tratos infligidos a los prisioneros de guerra ucranianos internados en Rusia son generalizados y habituales, y los prisioneros de guerra están recluidos en condiciones que no se ajustan a los requisitos del Derecho Internacional Humanitario”, reza el documento.
Los métodos más comunes de tortura registrados incluyen palizas, descargas eléctricas, amenazas de ejecución, simulacros de ejecución y otro tipo de torturas físicas.
“Un prisionero de guerra ucraniano describió que había sido capturado por las Fuerzas Armadas rusas (…) y llevado a un cobertizo de una casa, donde tres militares rusos lo interrogaron y torturaron para sonsacarle información de carácter militar. Los agresores le propinaron patadas en la cara y el torso con tal fuerza que le rompieron las costillas, lo asfixiaron con una bolsa de plástico y amenazaron con ejecutarlo y cortarle la oreja mientras presionaban un cuchillo contra ella”, ha informado la Oficina.
Además, los prisioneros a menudo han recibido cantidades limitadas de comida de baja calidad, dando lugar a grandes pérdidas de peso y otro tipo de problemas físicos.
Las autoridades rusas también dejaban a algunos presos al aire libre durante el periodo invernal, provocando enfermedades en los presos, que además sufrían falta asistencia sanitaria y de higiene, llegando al punto de registrarse casos de tuberculosis.
El organismo ha expresado que este tipo de trato contra los prisioneros ha causado un gran impacto “físico y mental” en las víctimas, que podrían enfrentarse a efectos adversos durante un largo periodo de tiempo. De hecho, se ha llegado a documentar la muerte de un prisionero de guerra bajo internamiento como consecuencia de las torturas, mientras que muchos otros han intentado suicidarse.
Asimismo, ha documentado la detención arbitraria de al menos 66 civiles (55 hombres, diez mujeres y un niños), de los que una parte han sido víctimas de torturas, malos tratos o violencia sexual.
PRISIONEROS DE GUERRA RUSOS INFORMAN SOBRE TORTURAS
La parte ucraniana tampoco se libra de las acusaciones sobre torturas, y es que la mayor parte de los 44 entrevistados han informado sobre torturas o malos tratos mientras eran trasladados a centros de detención, aunque no dentro de ellos.
“El Gobierno de Ucrania ha seguido concediendo a la Oficina pleno acceso a las instalaciones oficiales de internamiento en las que se encontraban prisioneros de guerra rusos. Aunque estos prisioneros de guerra rusos no han denunciado torturas en esas instalaciones, proporcionaron relatos creíbles de torturas o malos tratos en lugares de tránsito tras su evacuación inmediata del campo de batalla”, se asegura en el comunicado.
Los prisioneros han detallado estancias en “sótanos no identificados”, en periodos que oscilan entre días y semanas, donde eran sometidos a interrogatorios violentos, donde las fuerzas ucranianas les propinaban puñetazos, golpes con mazos de madera y palos, les daban descargas eléctricas, se les hacían simulacros de ejecuciones y dos de ellos llegaron a recibir amenazas de violencia sexual.
A diferencia del caso ruso, la ONU ha reconocido que las autoridades ucranianas están realizando esfuerzos en mejorar las condiciones de detención de los prisioneros rusos, incluyendo llamadas de tres minutos con sus familiares o el establecimiento de comisiones médicas para examinar a los detenidos e incluso recomendar su repatriación o tratamiento en países neutrales. Kiev pidió a Moscú que se uniese a esta iniciativa, aunque asegura que no han respondido favorablemente.
El organismo ha criticado que la Justicia ucraniana haya condenado a civiles por “colaboracionistas” en casos en los que trabajaban con las fuerzas ocupantes en actividades relacionadas con la distribución de ayuda para los necesitados, y que suponen un 10 por ciento de este tipo de condenas, que suelen incluir entre uno y 15 años de prisión.
Además, el informe recoge la muerte bajo custodia de un bloguero ucraniano detenido por “justificar el ataque armado de Rusia contra Ucrania”, y cuyas causas de fallecimiento fueron “insuficiencia pulmonar y cardiaca aguda, neumonía bilateral, hidrotórax bilateral y cardiomiopatía dilatada”. Previamente, el mismo bloguero informó a su padre por escrito de que tenía problemas de salud y que las autoridades carcelarias le hicieron caso omiso.
A pesar de que las autoridades de ambos países han iniciado investigaciones respecto a las torturas (en el caso ruso es un caso en concreto), ninguna de ellas ha llegado a prosperar.
CASOS DE EJECUCIONES CONTRA PRISIONEROS DE GUERRA Y CIVILES
La Oficina también ha registrado informes sobre la ejecución de al menos 32 prisioneros de guerra ucranianos, llegando a verificar el caso de siete de ellos, quienes se estaban rindiendo a las tropas rusas cuando fueron ejecutados.
Asimismo, ha recogido “alegaciones creíbles” sobre la ejecución sumaria de diez civiles (seis hombres y cuatro mujeres). Aunque el organismo ha verificado este tipo de actos contra civiles en otras ocasiones, ha especificado que necesita recoger más información sobre estos casos.
Desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, las fuerzas rusas han ejecutado a 155 civiles (128 hombres, 22 mujeres, tres niños y dos niñas). Por su parte, las fuerzas ucranianas han ejecutado al menos a 25 militares rusos.
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