MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) informó este martes de que ha registrado más de 60 imágenes de etarras exhibidas durante toda la ‘korrika’, una carrera celebrada cada dos años con el propósito de recaudar dinero para Euskaraz Kooperatiba Sozietatea – AEK (popularmente conocida como AEK), dedicada a la enseñanza y alfabetización del euskera entre personas adultas.
El festival consiste en recorrer todo el País Vasco, Navarra, el País Vasco Francés y el Condado de Treviño (Castilla y León) en 11 días, con el objetivo de que una furgoneta de la organizadora (que siempre cuenta con un portavoz o maestro de ceremonias que ameniza el recorrido y anima a los corredores) y un grupo de personas estén realizando el recorrido en todo momento.
La carrera, según explica Covite en una nota de prensa, está dividida en kilómetros y cada kilómetro es comprado por un colectivo o institución, lo que les permite llevar un testigo de madera que sirve de mástil de una ikurriña.
En este sentido, denuncia que en varios kilómetros comprados por Sortu o Etxerat los testigos de la ‘korrika’ fueron “cedidos a etarras”, como el caso del km 2459 en Andoáin, cedido a Ainhoa Ozaeta; o el km 2489 en Hernani, cedido a Gorka Loran y Garikoitz Arruarte.
Covite censura que “teniendo en cuenta que portar el testigo de la ‘korrika’ se considera todo un honor, es absolutamente indigno que se les haya cedido a miembros de ETA” y critica la “perversión total” del objetivo principal de la ‘korrika’ a causa de “esta demostración obscena de apoyo a los terroristas de ETA” en que se convierte esta carrera en cada una de sus ediciones.
“Mezclar una reivindicación cultural y loable, como es el uso del euskera, con una reivindicación inmoral, como es el apoyo a los terroristas de ETA, es indigno y no hace ningún favor al objetivo principal de la ‘korrika’”, deploró la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez.
Asimismo, este colectivo reprocha el “silencio sepulcral” de la mayoría de las instituciones públicas y de una parte de la sociedad civil en torno a esta cuestión. “Nuestros representantes públicos deberían haber sido los primeros en alzar la voz ante esta aberración y la mayoría no lo han hecho”, afeó Ordóñez.
También señala la “responsabilidad directa” de la organizadora de la ‘korrika’, la AEK, en que este tipo de actos se sucedan, “dada la participación de muchos de sus portavoces en las peticiones de excarcelación de los presos de ETA” durante esta carrera, que terminó este domingo.
Covite puntualiza que “en ningún momento se ha pretendido criticar a todos los participantes de la ‘korrika’, si no a aquellos que exhiben imágenes de etarras y a la AEK por permitirlo, no condenarlo, y en algunos casos por colaborar activamente en la exaltación o solicitud de excarcelación de los etarras”.
Dichos actos, explica, “llevan ocurriendo desde la primera edición del festival, que tuvo lugar en 1980, sin que la organizadora haya tomado nunca medidas al respecto”. Es más, “seguro que en ediciones pasadas de la ‘korrika’ la exhibición de apoyo a los presos de ETA habrá sido mucho mayor que en esta ocasión”, comenta.
A su vez, Covite asegura que la organizadora “sí” puede poner freno a actuaciones que dicha organización considere “inaceptables”, algo que se puso de manifiesto en el kilómetro 2382 en Beasáin, que fue adquirido por CAF, cuando unos individuos intentaron boicotear el km de la empresa acusándolos de “cómplices del genocidio”.
“En apenas dos segundos aparecieron trabajadores o voluntarios de la organización para apartar a los boicoteadores del camino” mientras que “jamás se ha realizado una actuación similar cuando se han exhibido imágenes de etarras o se han hecho proclamas a favor de su excarcelación”, agrega Covite.
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