Tendrán que adquirir otros casi 4 millones de derechos de emisión para cumplir
BARCELONA, 22 (EUROPA PRESS)
Las instalaciones catalanas incluidas en el Régimen del Comercio de Derechos de Emisión (RCDE) de la Unión Europea de CO2 redujeron sus emisiones en 2023 un 8,8% con respecto al año anterior, ha explicado la Conselleria de Acción Climática de la Generalitat este jueves en un comunicado.
En Catalunya hay 95 instalaciones incluidas en el RCDE, que durante 2023 emitieron 11.690.176 toneladas de CO2-eq (CO2 equivalente), lo que supone una reducción de 1.133.768 toneladas de CO2-eq respecto a 2022, y estas instalaciones son las responsables de aproximadamente un 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de Catalunya.
Todos los sectores productivos han reducido sus emisiones de GEI, salvo el sector refinería, la producción de acero y de metales no férreos, y el sector de producción de cal, que las han incrementado “ligeramente”.
Las reducciones más significativas se han producido en el sector de la generación eléctrica, que las ha reducido en más de un 30% respecto al año anterior, el sector de fabricación de papel (casi un 35%) y el sector de la fabricación de cemento (un 12%).
De las emisiones cubiertas por el RCDE en Catalunya en 2023, un 68% son por combustión de combustibles fósiles, ya sea en centrales de producción de energía eléctrica (22%) como en instalaciones de procesos industriales (46%), mientras que un 32% son emisiones de proceso asociadas a la descarbonatación de materias primas.
SECTORES
El sector de generación eléctrica ha disminuido sus emisiones en más de 600.000 toneladas de CO2-eq, y la reducción en la generación con combustibles fósiles ha estado cubierta “por las importaciones de energía eléctrica de fuera de Catalunya”, mayoritariamente de fuentes no intensivas en carbono.
La sequía “sigue impactando directamente en la generación hidroeléctrica”, que ha disminuido por segundo año consecutivo, quedándose en los mínimos de la última década, y la menor aportación al mix eléctrico de la hidroeléctrica se ha suplido con un incremento en la importación de energía eléctrica con un factor de emisión más bajo.
En cuanto al sector de producción de cemento, el segundo que más ha reducido las emisiones, la reducción va ligada a una disminución de la producción de cemento en 2023 respecto a la anterior; y la fabricación de papel “continúa con la tendencia iniciada en 2021 de reducción progresiva de las emisiones”, vinculada a una reducción del nivel de actividad del sector.
En total, las instalaciones catalanas tendrán que adquirir casi 4 millones de derechos de emisión de CO2 por encima de lo que recibieron gratuitamente “para cumplir con las obligaciones que establece este régimen”, y el déficit de derechos se concentra en el sector energético y la refinería.
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