MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, urgió este miércoles a convertir España en una “excepción a las lógicas globales” así como a “repensar” el sistema de bienestar y de protección social para el siglo XXI “de una manera radicalmente diferente, no solo respetuosa con los límites biofísicos del planeta, sino sostenible ecológica y socialmente”.
Así lo reivindicó durante su intervención en el acto de presentación de ‘El INconFORME’, de la plataforma Futuro en Común, en la que se mostró “plenamente de acuerdo” en un “diagnóstico” que, a su entender, “está claro”, al igual que el “mandato que se deduce de aquí”.
A este respecto, advirtió sobre la “crisis múltiple” que describe el informe, incluyendo la “crisis ambiental, social, económica y democrática” y llamó a hacer un “ejercicio de ampliar el foco”, convencido de que “no se entiende cuál es la coyuntura en la que estamos y la urgencia de lo que tenemos que hacer si no consideramos el papel que tiene que jugar España con relación a estas lógicas globales”.
En este sentido, aludió a la “cronificación” de la guerra en Ucrania, el “genocidio impune” en Gaza, la “aceleración descontrolada” de la crisis climática y el “auge de las fuerzas autoritarias y antidemocráticas en las cuatro esquinas del planeta”. “Vivimos en un mundo desordenado y violento, esto es una realidad palmaria, y tenemos que conseguir, tenemos que lograr que España se convierta en una excepción a estas lógicas globales”, apostilló, para insistir en que “ese diagnóstico está claro y está claro también el mandato que se deduce de aquí”.
Para Bustinduy, la “transición ecológica justa” se asemeja a un “triángulo entre la transición, la dimensión social o de justicia social y la democracia”. “Sin los tres vértices se cae, necesitas tener los tres a la vez para poder seguir articulando sistemas democráticos de convivencia”, aseveró, para precisar que el sistema de bienestar “tal como lo habíamos pensado en Europa, tal como lo hemos heredado del siglo XX, estaba construido sobre unas condiciones que ya no existen”.
SISTEMA DE PROTECCIÓN SOCIAL PARA EL SIGLO XXI
“Una manera de producir y de consumir, unas condiciones geopolíticas también, un papel que jugaba Europa en el mundo, eso ya no está”, puntualizó, para instar a “repensar el sistema de bienestar y de protección social para el siglo XXI de una manera radicalmente diferente, no solo respetuosa con los límites biofísicos del planeta, sino sostenible ecológica y socialmente”.
En este sentido, afirmó “creer” que la Agenda 2030 es “una herramienta fundamental, esencial para pensar la ejecución de ese mandato”, convencido de que “los objetivos están definidos y la cuestión es cómo hacerlo” y de que el Examen Nacional Voluntario que, en el mes de julio, él será el encargado de presentar ante la ONU para exponer los avances alcanzados hasta el momento por España en cuanto al cumplimiento de los ODS, será “una plataforma esencial para poder coordinar y vertebrar esfuerzos conjuntos” en este ámbito.
Bustinduy aseguró que dicho examen persigue el “doble objetivo” de “hacer balance, ver dónde estamos, poder poner en valor también todo lo que se ha hecho bien para ese papel de referencia y alternativa que tiene que jugar España a nivel internacional” pero también para “identificar todas las lagunas, las urgencias y las prioridades donde tenemos que intervenir”.
En este punto, confirmó que, “de manera muy indiciaria”, tras la revisión de la estrategia, su departamento ha “fijado tres prioridades”, como son el “vínculo indisociable entre la agenda y los derechos humanos” en línea con los compromisos adquiridos por España a nivel internacional; el “aterrizaje local” de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para “demostrar la capacidad transformadora de muchas de estas políticas” y la “coherencia” y la “capacidad de innovación” en el “despliegue” de las políticas públicas así como la transparencia y rendición de cuentas.
ENTUSIASMO
Tras expresar su “entusiasmo” al recibir “muchas” de las propuestas que recoge el informe en materia de desigualdad, pobreza, justicia fiscal, sanidad universal, reforma de las rentas mínimas, prestación por crianza o transformación del sistema de cuidados, consideró que “en ese aterrizaje concreto, en opciones, en decisiones, en políticas públicas es donde se va a dar la batalla de la Agenda 2030 y es donde nos vamos a jugar el futuro de la orientación de nuestras políticas públicas”.
“Vuestro informe prefigura ese proceso al que desde el Ministerio queremos contribuir con todas nuestras fuerzas”, defendió, para, a continuación, “animar” a sus impulsores a “multiplicar los esfuerzos de incidencia a todos los niveles”. “Sé que puede ser una labor ingrata, sé que puede a veces parecer quijotesco, pero es la única manera, la presión desde la sociedad civil, el trabajo de concienciación, de puesta en agenda, de condicionamiento de la toma de decisiones públicas”, añadió.
En esta línea, abogó por “articular la absoluta urgencia y necesidad de este proceso desde una manera afirmativa, propositiva, concreta, que sea capaz de vincularse con horizontes de certidumbre y de bienestar para las mayorías sociales”.
Por último, frente a quienes defienden la necesidad de pasar “de las palabras a los hechos”, convino en que son necesarios “hechos concretos, contrastables, comprobables, medibles, pero necesitamos palabras y más discurso también”. “Hay que defender lo que está detrás de la agenda, defender lo que nos jugamos, explicarlo bien, movilizarse y poner toda la masa crítica necesaria porque son batallas que no podemos perder, porque nos va demasiado en ello”, resolvió, para indicar que ese es “el reto que va a definir nuestra época, la mayor responsabilidad que podemos asumir”.
Por ello, animó a las organizaciones a “redoblar los esfuerzos de incidencia y a multiplicar las palabras y los hechos” porque, “al final, el ruido, la polémica y las coyunturas pasarán, pero lo que va a quedar y lo que va a medir realmente el desempeño de nuestra generación es lo que seamos capaces de avanzar en la línea que plantea el informe”, cuyas conclusiones están, a su juicio, “llamadas a jugar un papel fundamental en el proceso de revisión de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030”.
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