MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
La Policía Nacional ha puesto en marcha su primer ‘plan antisectas’, que busca potenciar las capacidades de los agente para perseguir los ilícitos penales o administrativos desarrollados por estos grupos y atender de manera integral a las víctimas.
Según informó este miércoles la Policía, las sectas destructivas o grupos de manipulación coercitiva “suponen un riesgo que puede afectar a la seguridad ciudadana y vulnerar gravemente los derechos humanos de sus víctimas”.
Estos grupos, al amparo de fines aparentemente lícitos, pero con engaño y utilizando técnicas de manipulación coercitiva, desarrollan conductas que causan un grave quebranto de los derechos y libertades de los ciudadanos, pudiendo llegar al ámbito delictivo.
El Plan Operativo de la Policía frente a sectas destructivas aporta medidas de carácter preventivo y de investigación. Se definen las funciones que tienen las distintas unidades policiales e impulsa la formación y concienciación de los agentes para posibilitar la detección temprana de sectas y ofrecer a las víctimas una atención integral y especializada.
También se recoge el desarrollo de campañas de información y sensibilización ciudadana frente a las sectas destructivas. A través del correo ‘sectasdestructivas@policia.es’, los ciudadanos, de forma anónima y confidencial, pueden poner en conocimiento de agentes policiales especializados posibles comportamientos ilícitos desarrollados en el marco de las sectas destructivas.
OBSERVATORIO ESPECIALIZADO
Bajo este plan se crea un Observatorio especializado en sectas destructivas o grupos y elementos de manipulación coercitiva, con el fin de centralizar datos actualizados sobre la incidencia, riesgos y efectos de este fenómeno que pueden derivar en conductas delictivas.
El Plan Operativo contempla todas las unidades policiales necesarias para afrontar de manera efectiva y coordinada esta amenaza y proteger de forma integral a sus víctimas.
Las sectas destructivas o los líderes sectarios, partiendo del engaño, utilizan técnicas de manipulación coercitiva para la captación, adoctrinamiento y control de los adeptos con fines habitualmente lucrativos y de poder, según detalla la nota policial.
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