VALÈNCIA, 7 (EUROPA PRESS)
Expertos del Centro de Estudios en Humanidades, Cultura y Comunicación (HUMA) de la Universidad Internacional de Valencia-VIU ven necesario “cambiar las narrativas digitales” para contrarrestar el aumento de discursos de odio en redes sociales.
A su juicio, cabe regularizar los datos y criterios que conforman los algoritmos y promover una mayor accesibilidad digital mediante la educación en derechos digitales y la narrativa de los colectivos más vulnerables.
Así lo recoge el informe ‘Discursos de odio: de internet a la realidad’, en el que analizan la expansión de los discursos de odio en redes sociales, la persecución de los colectivos más estigmatizados y la necesidad de regularizar los derechos digitales desde la educación Primaria, informa la institución académica.
Este estudio recoge las principales tesis y conclusiones de analistas, sociólogos, juristas o académicos como Teun A. Van Dijk, José Mª Lassalle, Susana Gisbert, Miquel Missé o Elizabeth Duval. Se abordan cuestiones como el racismo normalizado del pueblo gitano, la discriminación y divulgación de los delitos de odio sobre el colectivo LGTBIQ+ o la inmediata propagación de sesgos ideológicos en redes sociales.
“La sociedad ha normalizado el discurso de odio en las redes sociales porque allí los ciudadanos encuentran no solo un espacio, sino el marco idóneo para expandirlos y reafirmarse en sus prejuicios. Esto, a su vez, crea las denominadas ‘cámaras de eco’, donde los mismos usuarios se van segmentando y organizando en grupos que tienen las mismas ideas y mensajes”, explica Arnau Vilaró como director del Centro HUMA.
Ante esta situación, los expertos ven importante participar de forma abierta en el diseño de los algoritmos y cambiar las narrativas digitales, “visibilizando no solo la discriminación de ciertos colectivos como el pueblo gitano, sino convirtiendo a éstos en fuente de estudio y conocimiento”.
Si se atienden los últimos datos del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe), dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se observa cómo los discursos de odio en redes sociales crecieron un 8% en 2023. Especialmente en canales como Facebook, YouTube y TikTok.
Un contexto de división social o “brutalización”, según José Mª Lassalle, en el que se sustituye la violencia física por una violencia psicológica en estos entornos virtuales: “Frente a ella, el Estado no puede ejercer su monopolio legítimo de la violencia, debido a que se arguye que este tipo de comunicación se enmarca dentro la libertad de expresión y de opinión”.
“DISCRIMINACIÓN SUTIL”
Este tipo de reacciones es lo que genera la “discriminación sutil”; es decir, aquella tolerancia que se da al normalizar actitudes o comentarios excluyentes basados en las inversiones retóricas o en conceptos presupuestos.
“La discriminación sutil que se da en colectivo LGTBIQ+ proviene, por un lado, de una pérdida de la pedagogía presente en las décadas de los 70 y 80 y de un relato autocomplaciente respecto a avances sociales vinculados a la aprobación de leyes como el derecho al matrimonio o a la adopción entre parejas del mismo sexo”, expone el director de HUMA.
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