MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El Grupo de Trabajo de Género, Diversidad Afectivo-Sexual y Salud de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha puesto en valor las aportaciones del feminismo a la salud pública, ya que “ambos trabajan por hacer desaparecer las desigualdades de género en la salud y en todos los ámbitos de la vida”, por lo que ha pedido un enfoque de género en la investigación, la formación y la atención sanitaria.
Para la SEE, el feminismo ha realizado importantes contribuciones a la salud pública, al abordar cuestiones específicas relacionadas con la salud de las mujeres, impulsando la equidad en el acceso a la atención médica, y eliminando barreras y sesgos que afectan a su salud.
“Tanto el feminismo como la salud pública estudian las desigualdades de género en el acceso a la atención sanitaria y en la prevención de enfermedades. Mujeres y hombres presentan distintas necesidades en materia de salud”, han señalado.
Por ello, subrayan la necesidad de investigar aplicando el análisis de género y de introducir la perspectiva de género en la formación de todas las profesiones sanitarias, para evitar los sesgos de género en la atención sanitaria y el “desigual esfuerzo diagnóstico y terapéutico para mujeres y hombres”.
Por otra parte, el feminismo defiende la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones relacionadas con la salud pública. Esto contribuye a que las políticas y los programas de salud se construyan desde la perspectiva del género y reflejen mejor las necesidades reales de las mujeres.
En cuanto a la investigación, feminismo y salud pública abogan por estudiar los datos de salud desglosados por sexo y aplicando el análisis de género para poder comprender las diferencias de las condiciones de vida en la salud de mujeres y hombres. De esta manera, estas diferencias pueden abordarse de manera efectiva y se visibilizan las desigualdades de género en salud.
Ambos reivindican también el fin de la brecha salarial, la igualdad de salarios para trabajos con el mismo valor y la igualdad de oportunidades y de acceso a puestos de liderazgo para mujeres y hombres. Concretamente, la salud pública pone de manifiesto la importancia de la independencia económica en la salud de las mujeres, así como la responsabilidad equitativa del trabajo no remunerado y la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
Por otro lado, la SEE recuerda que ambos promueven una educación con perspectiva de género capaz de erradicar los estereotipos sexistas, y una educación sexo-afectiva que contribuya a mejorar las relaciones afectivas para que estén basadas en la empatía y el respeto mutuo.
La violencia contra las mujeres es otro de los asuntos que tanto feminismo como salud pública abordan, “pues tiene graves consecuencias para su salud física y mental, pero también para la de sus hijos y para el conjunto de la sociedad”.
Por último, la SEE se une al feminismo “en la reivindicación de una vida libre de explotación del cuerpo de las mujeres en cualquiera de sus formas: prostitución, trata, pornografía y gestación subrogada, entre otras”.
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