MÁLAGA, 5 (EUROPA PRESS)
Los directores Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez han presentado este martes en el 27 Festival de Cine de Málaga la película ‘Segundo premio’, que compite en la sección oficial del certamen. Se trata de una reconstrucción mitificada basada en cómo se hizo el tercer disco de la banda de música Los Planetas, ‘Una semana en el motor de un autobús’.
La trama –que subraya que “esta (no) es una película sobre Los Planetas”– sigue a un grupo granadino de finales de los 90 que vive un momento delicado entre rupturas y espirales de autodestrucción. De ese proceso nacerá uno de los álbumes más laureados de la escena independiente española.
Los realizadores Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez han participado en una rueda de prensa tras la proyección de su obra en el cine Albéniz junto con los intérpretes Daniel Ibáñez, Stephanie Magnin y Cristalino; el guionista Fernando Navarro, y el productor Cristóbal García.
“Yo les planteé a Los Planetas que no tiene ningún sentido hacer una película oficial siendo un grupo tan poco oficialista”, ha defendido Lacuesta, quien ha dicho que “la única forma es hacer una película con la misma libertad que han tenido ellos en sus discos, que es lo que nos interesa: una película libérrima en la que corra el aire”. “Ellos lo aceptan con mucha generosidad”, ha apuntado.
El cineasta ha explicado que han mantenido contacto constante con el líder de la banda, Jota, que le explicó que él imaginaba una película distinto sobre el disco: “Aunque cada uno de ellos soñaría con una película distinta a la que hemos hecho, la única forma era hacerla así, como soñábamos nosotros. Es una película de una banda trabajando junta para conseguir hacer realidad su sueño. Es la película en la que nos sentíamos reflejados”, ha argumentado.
“La película parte de la premisa de que esto es una leyenda, no un documental ni una biografía literal”, ha planteado Lacuesta. Su objetivo era que la película pueda ser atractiva tanto para público aficionado a Los Planetas como a quien no lo conozca de nada: “La idea era conseguir que las canciones emanaran del momento dramático de cada personaje”, ha desarrollado.
El rodaje ha contado también con la dificultad de que este director no ha estado presente en el propio rodaje, debido a un problema familiar, sino que la siguió de forma telemática mientras que Pol Rodríguez era el encargado de ejecutarla en el set: “La comunicación fue fluida y creo que no ha perjudicado en nada a la película. La película es como tenía que ser”, ha expuesto Lacuesta.
Con todo, Rodríguez ha asegurado que, aunque todo fuese “muy bien”, no repetiría la experiencia de grabar un largometraje de esta forma. Él también ha hecho hincapié en la libertad creativa a la hora de afrontar el proyecto: “Hemos tenido la libertad necesaria para poder jugar con distintos tipos de narrativa, que viene del mismo germen del proyecto. Son cuatro voces que se mezclan, cuatro realidades distintas, que nos permiten a nosotros viajar”.
El guionista Fernando Navarro ha bromeado con que su objetivo sería que la gente creyera que Los Planetas es un grupo que se han inventado. Ese doble juego entre la ficción y la realidad se ha hecho patente en la recreación de esa Granada de los años 90, pero también en el propio rodaje de la película: “Como decía Enrique Morente, estamos vivo de milagro”, ha comenzado a relatar.
“Tenía mucha coherencia que el rodaje fuera espejo de la grabación del disco, que llegáramos a Nueva York con la lengua fuera, porque de alguna manera iba en paralelo con lo que estábamos contando”, ha recordado Navarro. “Las películas casi siempre nacen naturalmente del desastre y van abocadas al desastre. Lo raro es que luego hacen un doble tirabuzón y consiguen caer de pie”, ha dicho.
El productor Cristóbal García ha reincidido en esa dificultad para sacar adelante el rodaje, más aún con la determinación de que la película “tenía que mantener un estándar importante”. De hecho, inicialmente el proyecto iba a ser dirigido por el realizador Jonás Trueba, pero lo abandonó al perder la ilusión por el mismo.
“Todo es una ficción, y esta película lo es. No hay que asirse a una realidad que nadie sabe muy bien qué es para crear algo que tenga una entidad propia”, ha reflexionado el actor Daniel Ibáñez: “Hemos creado algo que hemos querido que tenga una entidad propia: no son imitaciones, son aspectos que te interesan de esta persona para esta historia y poder conjugarla con otros elementos”.
Por su parte, el intérprete Cristalino ha expresado su unión con “este tipo de música y esta esencia, no virtuosa en general pero sí para transmitir bien ciertas sensaciones y conceptos”; mientras que la actriz Stephanie Magnin ha agradecido que Lacuesta les dio la libertad de poder ser lo que quisieran en cada momento.
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