VALÈNCIA, 4 (EUROPA PRESS)
El 70 por ciento de las mujeres mayores de 50años en desempleo ha renunciado o aparcado en alguna ocasión su carrera profesional para cuidar a su familia y el 82% se ha sentido discriminada en un proceso de selección.
Estas son algunas de las principales conclusiones del 11º informe ‘#EmpleoParaTodas: la mujer en riesgo de exclusión en el mercado laboral’, que ha presentado el Observatorio de la Vulnerabilidad de la Fundación Adecco.
El informe se ha elaborado a partir del análisis de resultados de la Encuesta de Población Activa del 4º Trimestre de 2023, junto a la consulta de otras fuentes de referencia, y una encuesta a 200 mujeres mayores de 50 años en riesgo de exclusión social.
La mujer presenta mayores tasas de inactividad y de desempleo y, por otra parte, suele concentrar su presencia en jornadas parciales, en mucha mayor proporción que los hombres. Según el informe AROPE, de EAPN, la mujer se enfrenta a “carreras de cotización más entrecortadas y deficientes”, con una exposición mucho mayor a la exclusión social. En 2022 la tasa AROPE femenina (mujeres en riesgo de exclusión y/o pobreza) alcanzó el 27,2%, frente al 24,8% masculina.
El observatorio ha puesto el foco en el rol que se asigna predominantemente a las mujeres en las responsabilidades familiares y tareas domésticas: mientras un 27,9% de las mujeres no busca trabajo para dedicarse a las labores del hogar, solo un 6% de los hombres es inactivo por este motivo. En total, se contabilizan 2.838.000 mujeres inactivas por labores del hogar, frente a 446.000 hombres.
CADA VEZ MÁS POBLACIÓN ACTIVA SÉNIOR
En un contexto de envejecimiento récord de la población global, las mujeres mayores de 55 años emergen como una fuerza laboral cada vez más significativa y vital en la Comunitat Valenciana. Constituyen más un 20,6% de la población activa femenina, frente al 13,6% de hace una década.
El director general de Fundación Adecco, Francisco Mesonero, ha señalado que “nos encontramos en un momento crítico, en el que la generación ‘baby boom’ se aproxima al final de su carrera laboral, y de ahí que las mujeres sénior en activo hayan experimentado un crecimiento tan significativo”. Además, otros factores influyen en este peso cada vez mayor, como la necesidad de apoyar a economías domésticas golpeadas por la sucesión de crisis en las últimas décadas.
Desde Adecco han señalado que muchas mujeres sénior se incorporan al mercado laboral pasados los 50 años, tras largos periodos de inactividad y una vida dedicadas a su familia. Su carrera tiene menor reconocimiento social y son las primeras en retirarse del mercado laboral cuando la situación familiar lo requiere.
Siete de cada diez mujeres sénior que hoy buscan empleo han renunciado o aparcado su carrera profesional para dedicarse a estas responsabilidades, en algún momento de su vida”.
DISCRIMINACIÓN
La mayoría de las mujeres sénior en desempleo (82%) ha sentido discriminación en alguna de las diferentes fases de búsqueda de empleo. En concreto, un 77,4% destaca que esta discriminación se ha producido en la entrevista de trabajo, donde se ha cuestionado su capacidad para manejar nuevas tecnologías, la posible sobre cualificación y/o mayores exigencias salariales, así como la disposición para trabajar bajo la dirección de personas jóvenes.
A continuación, un 47,4% comenta que, cuando ha incluido la edad en el currículum, nunca ha recibido respuesta por parte de ninguna empresa, una realidad que podría ser reflejo de los prejuicios que asocian su candidatura con capacidades reducidas, falta de adaptabilidad o conocimiento de las nuevas tecnologías.
Por último, un 31,2% ha evidenciado esta discriminación en las propias ofertas de empleo, por dirigirse expresamente a personas de menos edad, a través de expresiones como “buscamos equipo joven” o incluir en los requisitos un rango de edad determinado (una práctica penalizada por la legislación actual, pero que en ocasiones sigue produciéndose).
PARO DE LARGA DURACIÓN
El 59% de las mujeres sénior en desempleo lleva más de un año buscando empleo, frente al 40,7% del resto de las mujeres. Ante esta realidad, el 95% de las mujeres encuestadas encuentra algún grado de dificultad para llegar a fin de mes. En concreto, un 48,2% termina el mes con “muchas dificultades”, un 31% lo hace “con dificultad” y un 16,5% “con cierta dificultad”.
“El desempleo de larga duración es uno de los principales factores que conducen a la vulnerabilidad y a la exclusión social, al originar dificultades financieras y/o incapacidad para cubrir necesidades básicas como la vivienda, la alimentación o la salud. Además, el desempleo prolongado puede llevar a la erosión de habilidades, competencias y actitudes en la búsqueda de trabajo, ocasionando problemas de salud mental que derivan en pérdida de conexiones, aislamiento y mayores tasas de pobreza”, ha afirmado Francisco Mesonero.
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