MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
El Ayuntamiento de Madrid ha iniciado los procedimientos para comprar a finales de 2025 el 20% las acciones de la empresa gestora de la M-30, ‘Madrid Calle 30’, que desde 2005 pertenecen a la compañía privada ‘Empresa de Mantenimiento y Explotación S.A’ (Emesa) integrada por Ferrovial, ACS y Vinci.
De esta forma, la gestión integral de esta carretera pasará a ser 100% pública y el Consistorio podrá ahorrar hasta 60 millones de euros anuales en impuestos y otros gastos, desde el 1 de enero de 2026.
El Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid explicó durante un briefing que el motivo principal de este cambio se debe al ahorro en impuestos, como el IVA o el de sociedades, que se producirá con la compra del 20% de las acciones de Madrid Calle 30 que están en manos privadas. Estos ahorros se destilan de un informe elaborado por el Área municipal de Hacienda, que demuestra la conveniencia para el Ayuntamiento de comprar esas acciones.
El modelo actual contempla, por un lado, una concesión del Ayuntamiento a Calle 30 para los servicios de gestión integral de la vía, y por otro, un contrato espejo del primero para el mantenimiento y explotación de la estructura con Emesa. Por lo que a efectos prácticos, Emesa gestiona todo el mantenimiento de la vía.
Estos contratos se suscribieron en 2005 con la venta de las acciones y tienen vigencia hasta 2040. No obstante, el contrato prevé una opción de compra de esos títulos en 2025 que caduca el 31 de diciembre, y que el Consistorio ha decidido aprovechar.
AHORRO DE 60 MILLONES
Según explicaron desde el Área de Obras y Equipamientos, actualmente la gestión mixta obliga a que el Gobierno municipal tenga que pagar en torno a 29 millones de euros de IVA por la facturación de los servicios, un impuesto de sociedades que también ronda los 20 millones de euros y un dividendo anual a Emesa de 12,5 millones de euros, sin contar sentencias que obliguen a pagar más. En ese marco, la gestión pública de la M-30 permitiría al Consistorio ahorrarse aproximadamente 60 millones de euros.
El modelo actual respondía, según fuentes del Área de Obras, a una época distinta en la que los tipos impositivos eran más bajos, pero ya “ha cumplido su función” y en este momento el cambio es la mejor opción para el Gobierno municipal, que tratará de mantener la calidad del servicio.
PRECIO DE LA COMPRA
El proceso conllevará un gran volumen de trámites que van desde la aprobación de este cambio en el Pleno, a la tramitación paralela de los contratos que tiene que sustituir al vigente con Emesa. Todo ello, concluirá en la compra de unas acciones cuyo precio se tiene que estudiar.
Para ello, el Área de Obras contará también con la ayuda del Área de Hacienda, dirigida por Engracia Hidalgo, que a través de un contrato marco, pedirá un estudio para que una empresa externa marque un precio base por esas acciones, que podría no ser el definitivo tras las negociaciones que se mantengan entre ambas partes.
TRABAJADORES
Otra de las cuestiones fundamentales de esta operación es el futuro de los trabajadores de Emesa y Madrid Calle 30. Actualmente, la primera cuenta con 323 empleados, mientras que la segunda con 17. Con la adquisición por parte del Consistorio, se prevé que los trabajadores de Calle 30 conserven su puesto, mientras que los de Emesa pasarán a formar parte de las empresas a las que el Ayuntamiento adjudique cada uno de los servicios a partir del 1 de enero de 2026.
La M-30, con una media de 1,2 millones de desplazamientos diarios, es una de las infraestructuras de movilidad más importantes de España y es la segunda red de túneles carreteros urbanos más grande del mundo después de Japón.
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