MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
Agentes de la Policía Nacional, en una operación coordinada por Europol, junto a los Mossos d’Esquadra, desarticularon una organización criminal internacional de origen pakistaní dedicada a la producción y distribución de billetes falsos de 100 euros.
Durante el dispositivo policial, se detuvo a 14 personas en Barcelona, Roma y Nápoles, entre los que se encuentran los principales responsables de la organización formada por personas de origen pakistaní. La organización criminal habría fabricado e introducido en el circuito económico la suma de un millón de euros repartidos principalmente en Italia, Francia, Grecia y España.
La imprenta clandestina, que fue desmantelada, operaba en Nápoles y posteriormente en Roma y producía billetes con una altísima calidad, llegando a burlar la mayoría de máquinas automáticas de pago. La investigación contó con la colaboración del cuerpo de Carabinieri y de la Policía Nacional de Grecia, coordinados por Europol.
La investigación se inició en noviembre de 2023 al detectarse la circulación de una gran cantidad de billetes falsos de 100 euros en comercios de la capital catalana. Los investigadores consiguieron identificar a los distribuidores y colocadores de las falsificaciones que operaban en Barcelona y se percataron de que se trataba de personas de origen pakistaní.
A través de los mecanismos de coordinación de Europol, se tuvo conocimiento de que el Comando Antifalsificazione monetaria de Roma, del cuerpo de Carabinieri, tenía una investigación abierta desde enero de 2023 contra una organización criminal de ciudadanos pakistaníes, asentada en Nápoles y Roma, que fabricaba y distribuía estos mismos billetes.
ORGANIZACIÓN CRIMINAL
A partir de este momento, según indica la Policía Nacional en una nota, el trabajo conjunto entre los diferentes cuerpos policiales permitió conocer el funcionamiento de la organización criminal, cuya principal característica era que estaba formada por diferentes células operativas independientes, todas ellas formadas por ciudadanos pakistanís.
La célula de producción se dedicaba a la fabricación de los billetes espurios de 100 euros en un domicilio en el centro de Nápoles, que posteriormente fue trasladada a Rieti, cerca de Roma. La célula de distribución se encargaba de llevar grandes cantidades de billetes falsos a las diferentes células itinerantes de colocación, entre las que se encontraba la célula detectada en Barcelona que residía en dos domicilios del barrio del Eixample.
Esta célula de colocación detectada en Barcelona actuaba por toda la ciudad condal realizando pequeñas compras en establecimientos que tenían máquinas electrónicas para pagar. Una vez introducían el billete falso, se hacían con el cambio que las máquinas les entregaban y con el producto adquirido.
Los investigadores interceptaron en dos ocasiones los billetes falsos que la célula de distribución les pretendía hacer llegar, deteniendo a los distribuidores en el aeropuerto del Prat y en la estación de autobuses del Nord en Barcelona, comisando 70.000 euros falsos en billetes de 100 euros.
BILLETES
Los billetes producidos por la organización estaban realizados de manera artesanal, por lo que contaban con una altísima calidad, ya que utilizaban tintas especiales, marcas de agua y diferentes elementos destinados a sortear los mecanismos de detección de las máquinas automáticas de pago.
Con toda la información recopilada, el día 13 de febrero se llevó a cabo el ‘action day’, la explotación operativa de la investigación conjuntamente entre España, Italia y Grecia en la que se realizaron siete entradas y registros simultáneos en Italia y Barcelona y se detuvo a seis miembros de la organización en el territorio transalpino, uno en Grecia y dos miembros en Barcelona, entre los que estaba el líder de la célula de colocación.
Las entradas y registros en Italia se realizaron en Nápoles, Brescia, Rielti y Roma, donde se encontró el laboratorio de falsificación que había sido trasladado de Nápoles a Rielti. En España, la investigación fue dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, quien decretó el ingreso en prisión de los miembros de la célula de Barcelona.
Las autoridades italianas y españolas, coordinadas por Eurojust, emitieron diferentes órdenes europeas de detención de los demás miembros de las células de producción y colocación que no fueron localizados el día del dispositivo policial.
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