En León, un equipo de doce personas vive la crisis humanitaria “muy de cerca” y su impacto en la provincia, a donde han llegado 288 personas
LEÓN, 2 Mar (EUROPA PRESS)
Un equipo multidisciplinar de Cruz Roja en León, formado por doce profesionales en diversos ámbitos, ha atendido en la provincia a un total de 288 personas refugiadas procedentes de Ucrania, en un “esfuerzo encomiable” para prestar asistencia legal, jurídica y psicológica en un proceso que ha conllevado disponer de sistemas de traducción, la gestión de su documentación, la detección de casos de vulnerabilidad o la asistencia a los menores no acompañados.
La abogada del Servicio Jurídico del Programa de Acogida e Integración de Personas Solicitantes y Beneficiarias de Producción Internacional en Cruz Roja León, Marta Zatarain, ha explicado en declaraciones a Europa Press que, pocos meses después de su llegada a la organización, hace dos años, estalló la guerra en Ucrania, lo que generó un “inédito” movimiento de refugiados hacia otros países de la Unión Europea.
Cruz Roja en León ha vivido esta “crisis humanitaria muy de cerca” y cómo la Unión Europea “articulaba, tan rápidamente, una normativa que data de 2003 pero que nunca se había usado”, por lo que los doce profesionales del equipo del que forma parte Zatarain comenzaron de forma paralela a trabajar para dar “soporte vital” a los refugiados que estaba generando el conflicto en Ucrania.
“Se hizo un esfuerzo encomiable por parte de todos para dar una solución” a la llegada de personas procedentes de Ucrania, algunos derivados por el Ministerio y otros recogidos por vehículos particulares en la frontera de Polonia, que se asentaban en zonas de la provincia de León “sin documentación ni asistencia”.
En concreto, a León han llegado procedentes de Ucrania, durante los dos últimos años, un total de 288 personas, de las cuales el 62,85 por ciento son mujeres, 94 de ellas son menores de edad, y 157 tienen entre 20 y 49 años.
A través del equipo de refugiados, 29 de estas personas han tenido acceso a un hogar mientras que 19 han formado parte del Plan de Empleo.
Además, han podido acceder a actividades de asistencia social (recursos sociales, trámites y gestiones), asistencia jurídica y psicológica y de ocio, así como orientación, acompañamiento, alojamiento o información.
EL EQUIPO
El equipo de refugiados de Cruz Roja en León tiene carácter multidisciplinar y está compuesto por trabajadores sociales, educadores sociales, monitores, una administrativa y responsables de aprendizaje del idioma, una psicóloga y una abogada.
Además, en estos dos años han contado con la colaboración de 23 personas voluntarias.
En la actualidad tan solo cuatro personas procedentes de Ucrania forman parte del programa de refugiados en Cruz Roja León.
“El resto, quienes siguen en España, están perfectamente integrados”, ha admitido.
Cruz Roja en León, a través del área de refugiados, comenzó rápidamente la intervención que se estructuró a través de grupos de profesionales y voluntarios, sobre todo traductores, que acudían al lugar donde se encontraban las personas demandantes de ayuda.
En ese proceso, surge una figura que solo se ha puesto en marcha para las personas que huían del conflicto en Ucrania, la protección temporal, a través de la que, “según lo solicitan, reciben permiso de residencia y trabajo de manera temporal, es exprés”.
Este permiso de residencia con un año de vigor era prorrogable automáticamente a dos si la situación en un país de origen no era la idónea, como ha ocurrido.
PRÓRROGA
“En la normativa que se aplica se preveía un máximo de tres años, y se va a proceder a esa prórroga”, ha advertido la jurista, que ha explicado que, a partir del 4 de marzo, deberán renovar su documentación “para lo cual no va a ser necesario presentar pasaporte en vigor, sino que se podrá renovar con el documento que en su momento presentaron para tramitar la protección temporal inicial”, puntualiza.
Las personas procedentes de Ucrania, al igual que ocurre con refugiados de otros países, pueden acceder a todos los programas que gestiona Cruz Roja y que, en algunos casos, tienen un carácter más social.
“Con la llegada masiva, nos desplazamos donde había grupos de refugiados y, además de tener un censo de cuantas personas había, tratábamos de detectar casos vulnerables como eran menores no acompañados, casos de violencia de género, enfermedades graves y crónicas”, ha señalado Marta Zaratain.
Además, de voluntarios que ejercían como traductores, Cruz Roja en León también ha contado con una empresa que, a través de llamada telefónica, realizaba una traducción simultánea.
“Necesitamos cerciorarnos de que toda la información que teníamos era correcta”, ha matizado.
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