MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Un 20,6% de las adolescentes de entre 12 y 16 años no practica ningún tipo de actividad física al margen de la obligatoria que recibe en su centro escolar, frente a un 9% de los chicos, aunque siete de cada diez chicas asegura que le gustaría hacer más deporte.
Así se desprende del informe’ Actividades físicas y deportivas para las adolescentes: Necesidad, barreras y recomendaciones’ presentado en el Consejo Superior de Deportes por el Grupo de Investigación Psicosocial en el Deporte de la Facultad CAFyD (INEF) Universidad Politécnica de Madrid, el Consejo COLEF y Fundación Mapfre, con el objetivo mejorar las oportunidades de práctica físico-deportiva de las adolescentes en España.
Los resultados, que se basan en una encuesta realizada a 3.578 escolares de Educación Secundaria Obligatoria, apuntan que solo el 23% de las chicas alcanza el nivel de actividad física recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), frente al 49% de los chicos.
En concreto, la OMS recomienda que desde los 5 hasta los 18 años se realice un promedio de 60 minutos diarios durante la semana de actividad física moderada o vigorosa para mejorar la salud física, mental y el desempeño académico.
Pese a estos datos, la mitad de las adolescentes, aunque no alcanzan el nivel de actividad física vinculado al cumplimiento de las recomendaciones de la OMS, se mueven lo suficiente como para no estar en el nivel sedentario. En este sentido, un 40% de las chicas asegura pasear para evitar el sedentarismo.
En cualquier caso, siete de cada diez de las chicas consultadas presentan necesidades no atendidas de actividad física o deportiva, es decir, que, aunque no hacen deporte, sí les gustaría hacer alguna actividad física o, en el caso de las que ya hacen, querrían hacer otras diferentes.
MOTIVACIONES DEPORTIVAS
En cuanto a las motivaciones para la práctica físico-deportiva, tanto chicos como chicas coinciden en que principalmente quieren divertirse y estar en forma, refiriendo además que mejora su salud mental.
La competición, en este sentido, es motivante únicamente para una minoría de las adolescentes, con un 18% de ellas que aluden a esta motivación, frente al 43% de ellos. En este sentido, el 61% de chicos y 36% de chicas en Secundaria realiza semanalmente una práctica físico-deportiva vinculada al deporte de competición.
En términos generales, la actividad física que más hacen las chicas como práctica principal son, en primer lugar, el baile (15%), seguida de pasear (9,1%), pero ambas actividades están al margen del sistema deportivo. El baloncesto (8,8%), voleibol (8,6%) y fútbol (7,3%) son los siguientes deportes que practican.
En el caso de los chicos destaca que el 48,2% juega al fútbol, seguido a distancia por el baloncesto (10,7%) y el ejercicio en sala fitness o gimnasio (7,4%).
En cuanto a sus deseos, un 74% de las adolescentes asegura que le gustaría hacer algún deporte, principalmente voleibol, fútbol o baloncesto, pero también baile y actividades vinculadas a la naturaleza, como surf o escalada. Además, a ocho de cada diez les gustaría hacer una actividad dirigida por profesionales, es decir, con entrenador/a o profesorado.
Respecto a las razones para no practicar más deporte, ambos sexos coinciden en remarcar la falta de tiempo por los deberes escolares, aunque son las féminas las que presentan puntuaciones más altas. Además, las chicas refieren mayores barreras contextuales como son el déficit de lugares o amigas con quienes hacer actividad física, así como menor oferta enfocada a sus preferencias.
También apuntan a razonas intrapersonales como factores limitantes. Así, chicas a las que les han podido gustar menos las vivencias físico-deportivas que hayan tenido, se pueden sentir menos seguras y se pueden autopercibir menos capaces para la práctica deportiva.
PROMOVER LA PRÁCTICA FÍSICO-DEPORTIVA
Este estudio, dirigido por María Martín Rodríguez, directora del Grupo de Investigación Psicosocial en el Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid, recomienda ampliar la oferta de actividades, fomentar que disfruten y se diviertan con amigas por encima de la competición o el rendimiento para conseguir que las adolescentes sean más activas.
Además, el estudio propone diez acciones estratégicas para mejorar las oportunidades de práctica físico-deportiva de las adolescentes, así como un decálogo para familias.
Entre ellas, impulsar un modelo de práctica salud que conviva con el deporte de competición, ampliar las oportunidades que ofrecen los centros educativos o desarrollar campañas para fomentar la práctica de las adolescentes.
También señala la importancia de mejorar la formación de profesionales, promover un reparto más equitativo de los recursos o de crear espacios recreativos al aire libre más amigables y acogedores para las adolescentes.
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