El presidente del CGATE cree que la revisión de edificios debería estar “más interiorizada”, como “si fuera pasar la ITV de un coche”
VALÈNCIA, 28 (EUROPA PRESS)
El fuerte viento que sopló en el origen del incendio de un edificio del barrio valenciano de Campanar pudo jugar a favor de la estructura de hormigón de los dos bloques calcinados, ya que “empujó el fuego de manera rapidísima e inverosímil” y lo hizo “al revés” que en la mayoría de los incendios en viviendas.
Así lo señala el presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE), Alfredo Sanz, quien, ante la incógnita de si las viviendas serán reconstruidas o demolidas a la espera de la investigación, considera que, “salvo que las pruebas periciales dictaminen lo contrario, la estructura de hormigón está en perfecto estado y, en principio, no parece presentar problemas”.
“En principio, vemos indicios de que el hormigón no ha manifestado patologías graves porque, de no ser así, no se habría permitido la entrada de personas a los edificios”, expone Sanz a Europa Press tras pasar por la zona cero del incendio con motivo de su estancia en València para asistir a la feria Cevisama.
El hormigón, explica el titular de los arquitectos técnicos, no “empieza a manifestar problemas” en un incendio hasta llegar a 700 grados centígrados de temperatura. En el caso de Campanar, la naturaleza del fuego fue “muy violenta y rápida” por el viento, “como una llamarada que va corriendo”, con lo que a su juicio “la estructura no parece que estuviera muchas horas sometida al calor”.
A partir de ahí, aunque hace hincapié en que hay que esperar a las pruebas periciales, este especialista sostiene que “si no se pone de manifiesto que hay un riesgo evidente de colapso o de imposibilidad de usar la misma estructura”, sería posible reconstruir las viviendas calcinadas.
“Si no se declara el edificio en ruina, la decisión de derribar técnicamente corresponde a los propietarios”, subraya, y hace hincapié en que los materiales con los que se construyó el edifico se podrían volver a utilizar siempre que cumplan la normativa –la más reciente data de 2019 y es diferente a la que estaba vigente en el momento de la construcción–.
El presidente del CGATE, que no recuerda un incendio de estas características en España, destaca que el edificio donde se originó el fuego se construyó hace 15 años con unos materiales que no eran los tradicionales en esa época, cuando predominaban las fachadas de ladrillo visto o revestido y “materiales mucho más estables frente al fuego”.
Al margen de las viviendas de Campanar, el CGATE está analizando cuántos edificios se construyeron en el mismo periodo de tiempo con las mismas características. En el caso de Valencia, el Colegio de la Arquitectura Técnica (CAATIE) tiene prevista una reunión con la Conselleria de Vivienda para coordinar acciones en materia de inspecciones de edificios.
“PRUDENCIA EN CADA CASO”
“Hay que tener prudencia en cada caso”, advierte el responsable de la entidad colegial respecto a la intención de varios ayuntamientos de España de empezar a revisar edificios tras el incendio de Campanar.
En cualquier caso, defiende que “revisar un edificio nunca está de más” y que la gente debería tener “más interiorizada” esta práctica, como si fuera pasar la ITV de un coche. “La sociedad tiende a reaccionar cuando le obligan”, constata.
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