MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha defendido este domingo que es un “perseguido político” y ha pedido una amnistía para los detenidos por el asalto al Capitolio el pasado 8 de enero de 2023 y “hacer justicia” en el país, todo ello durante una manifestación multitudinaria convocada en la ciudad de Sao Paulo para defenderse de las acusaciones que se han lanzado contra él en los últimos meses, la última por su supuesta implicación en una trama golpista.
“‘Bolsonaro quería dar un golpe de Estado’. Siempre he oído eso desde que asumí el cargo. ¿Qué es un golpe? Es un tanque en la calle, es un arma, es una conspiración, es traer clases empresariales a tu lado, nada de esto se ha hecho en Brasil. No hice nada de esto, y siguen acusándome de golpista”, ha declarado Bolsonaro durante la marcha.
En ese sentido, ha defendido que su actuación estuvo basada en la Constitución del país, razón por la que no se podría tratar de golpe de Estado, según recoge el diario brasileño ‘O Globo’.
“Lo que busco es la pacificación, es borrar el pasado, encontrar una forma para que vivamos en paz y no seguir escandalizados”, ha expresado Bolsonaro, que ha pedido al Parlamento una amnistía para las “pobres almas que están presas en Brasilia”.
Así, ha justificado que en el pasado ya se amnistió a aquellos que habían cometido “barbaridades” y que solo deben pagar los que hayan realizado “actos de vandalismo con los que no estamos de acuerdo”.
“Estas sentencias están más allá de lo razonable, no podemos entender lo que llevó a pocas personas a castigar tan drásticamente a estas pobres personas que estaban allí el 8 de enero de 2023”, ha añadido, en referencia a algunas condenas que llegan a los 15 años de prisión.
La Policía Federal citó a Bolsonaro para prestar declaración en el marco de la operación ‘Tempus Veritatis’, que investiga una supuesta trama golpista para evitar dejar el cargo tras unas elecciones de octubre de 2022, que él mismo, según se le escucha en una serie de grabaciones, daba por perdidas.
A principios de mes, la Policía ejecutó una treintena de órdenes de registro y varias detenciones, entre ellas las de sus antiguos asesores Filipe Martins y el coronel Marcelo Camara, la del mayor de las Fuerzas Especiales del Ejército, Rafael Martins, o la del jefe del Partido Liberal (PL), Valdemar Costa Neto.
Entre las medidas cautelares que se le impusieron al expresidente brasileño están la retirada de su pasaporte y la prohibición de poder contactar con el resto de personas que están siendo investigadas.
De acuerdo con la investigación, Bolsonaro habría recibido, analizado y modificado un ‘borrador’ de esta supuesta trama, que comenzaría en un primer lugar cuestionando la legitimidad del sistema electoral para allanar posteriormente el camino a un golpe, que contaría con el apoyo de importantes militares, como los exministros de Defensa Walter Braga Netto y Paulo Sérgio Nogueira, o el exjefe del Gabinete de Seguridad, el general Augusto Heleno Ribeiro, también investigados.
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