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Una fachada ventilada de moda en la época pudo causar el efecto chimenea en el edificio, según arquitectos

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Un experto de UPV aconseja que edificios con material como poliuretano o polietileno pasen peritajes para asegurar que siguen la norma actual de propagación de fuego

VALÈNCIA, 23 (EUROPA PRESS)

Las primeras observaciones sobre el edificio incendiado en València este jueves apuntan a que la fachada ventilada, “un producto que estuvo de moda” en la época de construcción de este edificio y que contaba con material que podía ser inflamable en su interior, es probablemente la causa de la rápida propagación del fuego, junto a las condiciones del viento.

Así lo ha explicado el presidente del Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Valencia (COAT Valencia), Luis Sentra, en declaraciones a los medios este jueves. El órgano profesional, que se ha puesto a disposición de la administración, ha pedido “cautela” y ha llamado a esperar los resultados de las investigaciones técnicas. Sendra ha indicado que los detalles sobre el incendio se confirmarán cuando los técnicos puedan ver los materiales y cuestiones sobre la propia ejecución del edificio.

Sí ha avanzado que “es un edificio que tiene una fachada ventilada, es decir, que tiene una cámara de aire dentro de lo que sería el cerramiento habitual y el exterior, que hace bonito con placas de aluminio. En un momento dado, las llamas pueden subir por ese espacio y hacer un efecto chimenea, que es lo que probablemente ha provocado la rapidez con la que se han transmitido las llamas”, ha precisado.

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Se trata de un tipo de acabado habitual en la época de construcción de este edificio de 2005, que se revestían de poliuretano u otros materiales como lanas, en los aislamientos de los edificios. Por encima, de ponían unas placas decorativas, que en el caso del edificio siniestrado son de aluminio. Sobre el poliuretano, ha señalado que aún no sabe con certeza si la causa está en este material o en otro, pero que “se utilizó en aquella época, no de manera habitual porque todos los edificios no tenían cámara de aire”. Así, “probablemente haya algunos edificios” que lo contengan.

Sendra ha precisado que la normativa a partir de 2011 establece que los productos que se colocan en la fachada deben tener unas características en cuanto a su comportamiento con el fuego. Pero, por ejemplo, ha indicado que al poliuretano se le pueden aplicar tratamientos adicionales que “impidan que sea tan combustible”.

Sobre si cree recomendable que se revisen edificios de alrededor o de la época por si tuviesen este material, ha subrayado que “no hay que ser alarmistas” que es “un producto que se gastaba” y era “era totalmente legal”, pero a partir de 2011 se aplican otras medidas. Ha añadido que además no todas los edificios tienen ese modelo de fachada ventilada aunque estuviese “de moda” en determinado momento.

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En caso de que una comunidad de propietarios descubra que su edificio contiene un material como el polietireno o poliuretano en su fachada, el subdirector de Calidad y Acreditación de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universitat Politècnica de València, Rafael Royo, ha señalado que lo que se debe “asegurar que ese material no puede propagar el fuego” con un peritaje que determine “si hay que sustituir ese material o poner algún tipo de recubrimiento que impida la entrada del fuego”. “Lo que tiene que saber es el tipo de material aislante utilizado y si cumplen o no las normas de propagación del fuego”, ha aclarado.

Este experto ha recalcado que “es importantísimo que la idea de que hay que aislar los edificios no se pierda”, porque “la culpa no la ha tenido el aislamiento” sino “un mal uso del aislamiento”, aunque se trate de polietireno o de poliuretano. Ha indicado que el uso de materiales inflamables en edificios de más de diez alturas no está permitido para edificios posteriores a 2019, pero en cualquier caso recomienda a los vecinos que comprueben su presencia.

Royo ha afirmado que “es fundamental el aislamiento de los edificios para ahorrar energía y para conseguir confort” pero este “aislamiento tiene que ser neutro respecto al fuego, y eso existe en la actualidad”. Por ejemplo, ha explicado que recientemente se ha construido un hotel en la Plaza de la Merced donde “se han utilizado sistemas de aislamiento térmico externo, como el que estamos hablando, pero se ha rellenado de una fibra de vidrio que, evidentemente, no transmite el fuego”.

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“El problema, como siempre, es hacer bien las cosas. Los edificios deben aislarse, pero de una manera correcta. Lo que no se puede es utilizar una mala solución o intentar ahorrar tiempo”, ha comentado.

Sin saber si es poliuretano, polietileno o el helocubón famoso, el experto de la UPV ha indicado que hay cuatro factores fundamentales en el desarrollo del fuego: primero, efectivamente, el tipo de material; el segundo lugar, “que hizo un viento racheado muy fuerte”; en tercer lugar, “la utilización de grandes ventanales acristalados, que cuando rompen permiten que el fuego entre en las viviendas”, y en cuarto lugar “el famoso material para las paredes que lleva cartón”. “Todo eso hace que las fachadas rápidamente se quemen, porque es el mismo material que se utiliza ahora mismo en las fallas, y que el fuego desde las fachadas penetre hacia el interior de las viviendas, provocando el terrible suceso que ha ocurrido”, ha lamentado.


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