MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Debido a que la situación en la Franja de Gaza supone un alto riesgo de propagación de enfermedades propensas a epidemias, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado junto a UNICEF un informe con medidas de prevención y control de infecciones que incluyen el saneamiento del agua y el saneamiento e higiene en los centros de salud y refugios de Gaza.
Hasta el 31 de enero de 2024, el cribado de vigilancia sindrómica en Gaza ha notificado 245.858 casos de infecciones respiratorias agudas 161.285 casos de diarrea, 6.625 de varicela y 7.737 de ictericia. El riesgo de propagación de enfermedades epidémicas es alto debido al hacinamiento, la gestión inadecuada del agua, el saneamiento y los residuos, la falta de servicios médicos y de prevención y control de infecciones.
Por un lado, el documento especifica acciones clave para el control y prevención de infecciones, el saneamiento y la higiene en entornos sanitarios para prevenir la transmisión de enfermedades infecciosas.
En este ámbito destacan: garantizar que los trabajadores sanitarios y asistenciales, los pacientes, los familiares y los visitantes tengan acceso a agua potable, saneamiento y realicen la higiene de las manos cuando esté indicado; garantizar que el personal sanitario y asistencial, los pacientes, los familiares y los visitantes utilicen mascarillas médicas bien ajustadas cuando presenten síntomas respiratorios; y velar por que los trabajadores de los centros de atención sanitaria observen las prácticas adecuadas de limpieza y desinfección del entorno.
Para ello, el informe explica cómo llevar a cabo algunos hábitos de higiene como lavarse las manos, indicando en qué momentos es clave llevar a cabo estas practicas sobre todo a la hora de atender pacientes, así como la necesidad de mantener los espacios sanitarios bien ventilados.
Por otro lado, se establecen intervenciones clave en refugios y entornos en Gaza para prevenir la transmisión de enfermedades infecciosas: garantizar que los residentes tengan acceso a agua potable, garantizar que los residentes tengan acceso a kits de higiene y reciban mensajes clave de salud pública educación sobre la promoción de la higiene, y garantizar la contención y eliminación segura de los excrementos humanos para reducir el riesgo de transmisión fecal-oral de enfermedades.
En este ámbito las recomendaciones incluyen que, cuando no se disponga de suministro de agua municipal, se utilicen dispensadores de agua, agua embotellada, camiones cisterna, etc, como medida temporal para acceder a agua potable. Para mitigar el consumo de agua no potable, es necesario asegurarse de que los recipientes de agua potable estén claramente etiquetados.
Asimismo, se destaca que la gestión de los desechos humanos como factor fundamental para reducir el riesgo de enfermedades infecciosas en la comunidad.
También se recomienda establecer zonas para dormir bien ventiladas, garantizando un mínimo de 3,5 metros cuadrados de espacio habitable por persona, excluyendo zonas de cocina, baño y saneamiento para evitar el hacinamiento, así como garantizar al menos un metro de distancia entre camas/zonas de dormitorio individuales. Si no es posible, considere la posibilidad de colocar a los durmientes cabeza con cabeza.
Se debe examinar a las personas que residen en los refugios para detectar enfermedades transmisibles utilizando instrumentos de detección normalizados (por ejemplo, el Sistema de Alerta, Alerta y Respuesta Tempranas de la OMS) y los refugios deben contar con un plan para reducir la propagación de enfermedades entre los residentes enfermos identificados.
El personal sanitario y asistencial debe realizar una evaluación de riesgos en el punto de atención antes de prestar asistencia a las personas que residen en el albergue. Si las personas muestran signos o síntomas de enfermedad infecciosa, los trabajadores sanitarios y asistenciales deben ponerse el equipo de protección personal adecuado, basándose en la evaluación de riesgos.
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