Fiscalía y acusación particular solicitan 14 años de prisión por homicidio, mientras el jurado popular empezará el lunes a deliberar
OURENSE, 22 (EUROPA PRESS)
La Audiencia Provincial de Ourense ha celebrado este jueves la última sesión del juicio por la muerte de Nerea Añel, la joven desaparecida en enero del 2020 cuyo cadáver apareció ocho meses después. A partir del lunes, deliberarán los cinco hombres y cuatro mujeres que componen el jurado popular.
En esta última jornada han comparecido los últimos testigos, así como los peritos, y además cada una de las partes ha expresado su informe de conclusiones ante el jurado. Todos han elevado sus conclusiones a definitivas.
Así pues, han declarado dos médicos forense del Instituto de Medicina Legal que realizaron un total de tres informes sobre las causas de la muerte y el estado del cadáver de la víctima, cuyos restos fueron localizados en un arroyo de a unos metros del motel en el que ella y el único acusado habían estado la tarde del 15 de enero de 2020, cuando se perdió su pista.
Los forenses han advertido que “no hemos podido tener las mismas certezas” que en otros casos debido al avanzado estado de descomposición del cadáver, a causa del tiempo que pasó hasta su localización, así como la climatología.
Por ello, no han descartado ni que se trate de un accidente ni que fuese un crimen. Han ejemplificado que no se ha podido descartar que la joven sufriese un ahogamiento ni tampoco un hipotético estrangulamiento, porque ya no había piel, músculo o hueso en la zona del cuello.
Lo que sí han podido concluir es que presentaba una fractura en la cabeza, así como cuatro más en distintas vértebras, por lo que a su criterio “son lesiones compatibles con una precipitación en una posición de flexión”, es decir, de cabeza, y desde “una altura y una energía media-baja, desde unos 2 o 3 tres metros”.
A pesar de ello, consideran que los indicios “son bastante contundentes” para decir que “no se trataron de lesiones que necesariamente” hubiesen tenido que producir la muerte.
En la autopsia no hallaron lesiones ni signos en la ropa que indiquen que fue arrastrada, por lo que ven “probable” que hubiese podido sobrevivir de haber recibido ayuda tras la caída.
COMPARECE LA POLICÍA
También ha comparecido la sección de Análisis de Conducta de la Policía, un grupo integrado por psicólogos y criminólogos que llevaron a cabo una reconstrucción ocular en el camino por el que presuntamente se marchó la pareja, y además analizaron la información completa del procedimiento, declaraciones de testigos e informes forenses e investigación policial.
Las agentes han llegado a la conclusión de que el acusado “tiene tolerancia a situaciones de riesgo” y creen que las presuntas versiones falsas que proporcionó a conocidos, amigos o incluso a la madre de la víctima, sobre que estaba en prisión, “era un intento de desvinculación” porque “sabía que no iba a volver” y “el cuerpo suponía una amenaza”.
“Si no pide ayuda es porque percibe que era una amenaza y un peligro e iba a traer consecuencias negativas”, han hipotetizado desde Análisis de Conducta, que descarta que la víctima acudiese por ese camino con la intención de “permanecer oculta o ir hacia otro lugar”.
FISCALÍA RECALCA: “ES VIOLENCIA DE GÉNERO”
Así las cosas, para el fiscal, que atribuye un homicidio por omisión por no haber prestado ayuda, “este es un delito de violencia de género, un ámbito en el que muchas veces, como en esta ocasión, la víctima ya no puede hablar”.
Ha señalado que “hay certeza” de que la pareja cogió el sendero y no la carretera –versión que defiende el acusado– y que “aunque muy posiblemente no tuvo intención de quitarle la vida”, “esa omisión de su obligación moral y legal equivale a la causación de homicidio”.
“Esa omisión no puede quedar impune. Hay alguien ahí arriba que nos está pidiendo que hagamos justicia”, ha manifestado el fiscal subrayando que “ser drogodependiente no da patente de corso para cometer lo que dé la gana y hacer todo tipo de tropelías”.
Además, ha recordado que el acusado aceptó penas de prisión por numerosos delitos sin negarse porque “estaba deseando entrar, ya que sabía que en el barrio de Covadonga (barrio donde acudía a la pareja a comprar droga a diario) no estaba bien visto y su vida estaba en peligro”.
ACUSACIÓN PARTICULAR Y DEFENSA
Por su parte, la acusación particular, que representa a la madre de la víctima, coincide con la Fiscalía en que el acusado es autor de un delito por homicidio, aunque en su caso ve intencionalidad. Considera que el acusado “trató de engañar” a la policía para “complicar” la investigación y que, además, “esa conducta causó sufrimiento a la familia”.
El letrado ha cuestionado cuál sería el motivo para dejar a la joven en el río si se hubiese caído. “Creo que le dio un golpe y la dejó inconsciente y después la bajó y escondió”, ha valorado el abogado que opina que las declaraciones del acusado tras la desaparición “suponen indicios claros de culpabilidad”.
Mientras, para la defensa, que pide la absolución de su cliente, ha sido “una fatalidad, un accidente” y descarta totalmente la intervención. “No mintió a la policía ni a la madre, no se inventó una coartada, solo dijo lo que él creyó ver”, ha manifestado la abogada, insistiendo en que no ha quedado acreditada la participación en los hechos, ni tampoco que estuviese con ella cuando falleció.
Así las cosas, la Fiscalía y la acusación particular solicitan 14 años de cárcel. El Ministerio Público por un delito de homicidio por omisión y la acusación particular por un homicidio intencionado, mientras que la defensa pide absolución. Los encargados de dictar veredicto serán los cinco hombres y cuatro mujeres que componen el jurado popular y que recibirán el lunes el objeto de veredicto para empezar a deliberar.
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