MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Los periodistas especializados en salud ‘suspenden’ en transparencia al Ministerio de Sanidad (valoración de 49,9 sobre 100), las conserjerías de Sanidad (48) y a las empresas farmacéuticas (44,9), según el Cuarto Barómetro de Periodismo Sanitario, llevado a cabo con datos del 2023, por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), en el que han participado 118 profesionales.
Por el contrario, la comunicación desarrollada por hospitales y clínicas es mejor valorada por parte de los periodistas especializados, que conceden un 76,7 (sobre 100) en el apartado de calidad de la información sanitaria, un 67,8 en disponibilidad para los medios, un 62,1 en transparencia y un 56,7 en eficacia.
Por otro lado, el 30,4 por ciento de los periodistas sanitarios desea cambiar de trabajo en estos momentos y un 14,7 por ciento adicional se plantearía incluso dejar la especialidad si tuvieran la oportunidad de hacerlo, a pesar de que la cualificación específica en información sanitaria se considera “una necesidad vigente hoy en día”, según el 65,5 por ciento de los profesionales encuestados.
Desde el punto de vista de la presidenta de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), Graziella Almendral, los datos del Barómetro señalan que parte de la insatisfacción con sus empleos de los periodistas especializados en salud se sustenta en que “la exigencia de la especialización ha ido en aumento, así como la carga de trabajo, que es grandísima, pero la mejora de las condiciones laborales no ha ido al mismo ritmo”.
En este mismo sentido, el director del Grupo Análisis e Investigación, responsable del Monitor de Reputación Sanitario (MRS), José María San Segundo, ha recalcado que, como conclusión general, puede aseverarse que la del periodista sanitario es “una profesión considerada pero poco reconocida y mal retribuida”.
Así, a pesar de los recientes problemas sanitarios, solo el 50,7 por ciento de los encuestados considera que la especialización en salud se ha potenciado en los últimos años; el 50,6 señala que el incremento de trabajo a partir de la pandemia por Covid-19 no ha ido acompañado de una mejora de las condiciones, sino al contrario.
De hecho, el 14,6 por ciento incluso reporta una reducción de la retribución (el doble que en la anterior edición del Barómetro) y el 15,7 por ciento ha sufrido la pérdida de su trabajo (11 puntos por encima del dato del informe anterior).
Por lo que respecta a los gabinetes de las empresas farmacéuticas, suspenden en transparencia, con 44,9 puntos, y calidad de la información (44,9) y aprueban en disponibilidad para los medios (59,4) y eficacia de sus gabinetes (60 puntos sobre 100).
EJERCICIO PROFESIONAL
Los periodistas especializados en el estudio fueron también preguntados acerca de otras cuestiones como el rigor informativo que observan en los medios de comunicación, por tipologías.
La referencia en rigor informativo sigue siendo la prensa especializada con un 8,47 sobre 10, seguida de los medios nacionales (7,16), las emisoras de radio (6,96), los medios 100 por ciento digitales (5,91) y las cadenas de televisión (5,84), en unas valoraciones que, en todos los casos, han mejorado respecto a la anterior edición del estudio.
Por otro lado, la valoración que los periodistas especializados realizan de los diferentes aspectos del ejercicio profesional ha ido al alza y consigue en todas esas dimensiones un aprobado. Valoradas de 0 a 10, las puntuaciones más altas las obtienen las categorías relativas a la ‘consideración de mi criterio por parte de los responsables’ (7,73), la ‘relación con los jefes’ (7,66), la ‘carga de trabajo’ (7,57) y la ‘autonomía’ (7,44).
También son bien valoradas la ‘libertad de expresión’ (7,26), el ‘desarrollo profesional’ (7,0) y la ‘elección de temas propios’ (6,96) e incluso aspectos como el ‘reconocimiento profesional’ (6,48) y la ‘retribución’ (6,27) sobrepasan el aprobado. Preguntados directamente acerca de los puntos que a su juicio hay que reforzar para mejorar la profesión, los periodistas sanitarios, señalan en un 34,5% a la retribución, en un 22,4% a la formación y especialización y en un 15,5% al reconocimiento profesional, como cuestiones destacadas.
Por áreas de desempeño dentro de la profesión periodísticas, quienes se sienten peor retribuidos son los profesionales de los medios de comunicación y agencias de prensa, que conceden a este aspecto una nota de 5,9 y la elevan hasta el 6,1 cuando son preguntados por el reconocimiento profesional hacia su trabajo y al 6,5 en cuanto a las posibilidades de desarrollo profesional.
Los profesionales de las agencias de comunicación achacan una menor libertad a la hora de escoger temas propios (6,5) y un reconocimiento profesional más limitado (5,9), mientras que los periodistas que trabajan en los gabinetes de instituciones o centros públicos son los que más bajo puntúan al ser preguntados por su libertad de expresión (6,9).
Por otro lado, se extrae la conclusión de que el prototipo de profesional de la información sanitaria es una persona que lleva 20,3 años trabajando en periodismo y 16,1 en el ámbito de la información sanitaria. Un/a profesional con contrato indefinido que trabaja a tiempo completo y con una retribución media neta de 2.131 euros mensuales.
Tras la presentación de los datos, la periodista Coral Larrosa, vicepresidenta de ANIS, ha defendido la calidad de la información sanitaria, expresando que “ni la rapidez en los cierres, ni la brevedad en los tiempos, son excusas para que la información no sea perfecta en todos sus ámbitos, real y veraz y no alarmista”.
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