MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El Consejo de Seguridad de la ONU ha emitido sanciones contra seis individuos pertenecientes a diferentes grupos armados que actúan en República Democrática del Congo, donde la situación de inseguridad, especialmente en el este del país, ha provocado el desplazamiento de cerca de siete millones de personas.
Entre los sancionados se encuentra Apollinaire Hakizimana, un teniente general de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), supuestamente apoyadas por RDC contra Ruanda, y que está acusado de “planificar, dirigir o cometer actos en RDC que constituyan violaciones o abusos de Derechos Humanos o violaciones del Derecho Internacional Humanitario, incluidos los actos dirigidos contra civiles, como homicidios y mutilaciones, violaciones y otros actos de violencia sexual, secuestros, desplazamientos forzados y ataques contra escuelas y hospitales”.
El comandante y jefe militar de la milicia Twirwaneho, Michel Rukunda, que dice defender los intereses de la comunidad banyamulenge, una minoría tutsi congoleña, habría “reclutado o utilizado niños en el conflicto armado”, y también habría palificado, dirigido o cometido actos violaciones de Derechos Humanos contra civiles.
Las sanciones también han incluido a Mohamed Nkalubo y a Ahmad Mahmud Hasan, altos cargo de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), vinculadas al grupo yihadista Estado Islámico, acusado de cometer los mismos actos que los dos individuos anteriores.
El general William Amuri Yakutumba, de la fuerza rebelde de autodefensa Coalición Popular por la Soberanía del Congo (CNPSC), y el portavoz militar del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), Willy Ngoma, supuestamente apoyado por Ruanda contra RDC, también han sido objeto de estas medidas.
Durante una sesión del Consejo de Seguridad sobre RDC, la jefa de la Misión de Naciones Unidas en el país (MONUSCO), Bintou Keita, ha mostrado su preocupación por el deterioro de la situación en la provincia de Kivu Norte por el aumento de los enfrentamientos entre el M23 y el Ejército congoleño, que además está dando lugar a un aumento de las tensiones entre Kigali y Kinshasa.
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