MÁLAGA, 20 (EUROPA PRESS)
CCOO ha presentado este martes un informe en el que se señala que el salario de la mujer malagueña debería aumentar un 25,3% para igualarse al del hombre, lo que supone un incremento de 0,2 puntos porcentuales en 2022 respecto a 2021; y apunta a que el sector de la agricultura, ganadería y pesca es donde esta brecha salarial es mayor, puesto que el salario femenino tendría que aumentar un 96%.
El secretario general de CCOO de Málaga, Fernando Cubillo, y las secretarias de la Mujer de CCOO en la provincia y a nivel andaluz, María José Prados y Patricia Laguna, respectivamente, han presentado este informe, en el que una de las conclusiones es que la desigualdad salarial entre mujeres y hombres “se explica por la diferente distribución laboral y composición del empleo”, con más trabajo a tiempo parcial o temporal.
En este estudio, presentado en el marco de unas jornadas por el 8M celebradas en Málaga, la brecha salarial se ha calculado obteniendo la diferencia salarial entre hombres y mujeres y dividiéndolo por el salario de las mujeres (en informes anteriores se tomaba como base el salario masculino), de esta forma se obtiene cuanto debería aumentar el salario de la mujer para igualarlo al del hombre.
Durante 2022 la brecha salarial entre hombres y mujeres en la provincia de Málaga se incrementó respecto al año anterior; si en 2021 el salario femenino tenía que aumentar un 25,1% para igualarse al del hombre, durante 2022 esta cifra ascendió hasta el 25,3%; es decir, 4.344 euros anuales.
“La desigualdad salarial que sufren las mujeres se deben principalmente a las peores condiciones en cuanto a temporalidad y parcialidad, principalmente esta última es la que explica gran parte de esa brecha”, apunta el informe, en el que se indica que Málaga se sitúa como la cuarta provincia andaluza con una brecha salarial superior, siendo Huelva la que tiene mayor (39,2%) y Almería la que menor (13,5%).
Es el sector de la construcción y actividades inmobiliarias donde la brecha es inferior, uno de los sectores donde la presencia de mujeres asalariadas es bastante baja. En este sentido, el de servicios sociales, donde la mujer tiene mayor peso, la brecha es del 30%.
En cuanto a la edad, es entre las mujeres mayores de 65 años donde esta brecha es superior, ya que para que las mujeres de este tramo cobren igual salario tendría que aumentar un 63,3%, dice el estudio, en el que se señala que de 26 a 35 años es donde la diferencia es inferior –tendría que aumentar en un 11,5%–. En los tramos de mayor cifra de personas asalariadas, es decir, de 36 a 45 años y de 46 a 55 años, presentan brechas de 24,5% y 30,6%, respectivamente.
Asimismo, se precisa que entre las mujeres extranjeras la brecha es inferior y debe aumentar en un 15,4% para igualarse al del hombre; algo que viene dado por los bajos salarios entre la población extranjera en general.
También se señala en el estudio que la mujer presenta mayores tasas de temporalidad y parcialidad y es la que lleva a cabo ocupaciones con menores salarios, expresando que las tareas de cuidado “han recaído históricamente en las mujeres, lo que ha dado lugar a que una gran parte del sexo femenino no pueda buscar un empleo por estos motivos o tengan que buscar empleos temporales o a jornada parcial”.
“Es precisamente el empleo a tiempo parcial lo que explica en mayor medida la brecha salarial”, dice el informe, en el que se apunta a que la parcialidad en Málaga es del 26,2% entre las mujeres y del 7,5% entre los hombres, según datos de la EPA de 2023″. Además, apunta que “la brecha se reduce hasta el 9,4% entre mujeres y hombres que trabajan a tiempo completo y el año entero”.
Asimismo, de los datos de la AEAT, CCOO extrae en su informe que las mujeres asalariadas se concentran en los salarios más bajos. Del total de personas asalariadas que en Málaga cobran de 0 a 0’5 del SMI anualmente, el 55,5% son mujeres, esta cifra es del 55,9% en el caso de las personas que cobran de 0’5 a 1 SMI. En ambos casos el porcentaje de mujeres ha aumentado respecto a 2021.
Por contra, dice el estudio, solo el 18,1% de las personas asalariadas que cobran más de 140.000 euros al año en Málaga son mujeres.
MEDIDAS Y CONCLUSIONES
Ante estos datos, los representantes sindicales han considerado como elementos claves para conseguir disminuir la brecha la subida del Salario Mínimo Interprofesional y Salario Mínimo de Convenio; la estabilidad en el empleo mediante la aplicación de la reforma laboral controlando especialmente las jornadas parciales; planes de Igualdad en las empresas y auditorías retributivas; así como un pacto integral y estatal de cuidados.
Entre las conclusiones, se incide en que la desigualdad salarial entre mujeres y hombres se explica por la diferente distribución laboral y composición del empleo, ya que las mujeres soportan una inserción laboral “en peores condiciones, lo que se traduce en un salario medio menor”.
“La mayor parte de la brecha salarial se explica por los factores a priori que determinan que mujeres y hombres se inserten laboralmente de forma diferente y desigual, condicionando su trayectoria laboral y profesional, con peores contratos, jornada, ocupaciones y sectores en los que están sub-representadas y otros claramente feminizados”, señala el informe.
Después, durante la trayectoria profesional, las mujeres se enfrentan a los llamados ‘techos de cristal’ o ‘suelos pegajosos’, han asegurado desde CCOO, “influido por la menor duración de su vida laboral, sometida a mayores interrupciones y un menor presentismo por la dedicación a las tareas domésticas y de cuidados, en una sociedad en la que se antepone lo productivo al sostenimiento de la vida y el planeta”.
Han lamentado que “paradógicamente, lo que tiene más importancia para el mantenimiento de la vida como son los cuidados es infravalorado económicamente”, por lo que desde CCOO han planteado la necesidad de un Pacto Estatal Integral por los Cuidados. “Acabar con la desigualdad y discriminación laboral que soportan las mujeres solo puede resolverse en el marco de una sociedad y economía más justas con menor precariedad, explotación estructural y una mayor corresponsabilidad”, han señalado.
“La discriminación laboral que sufren las mujeres en su inserción y trayectoria en el mercado de trabajo tiene su origen en la asignación de unos roles diferenciados por géneros que adscriben a las mujeres casi en exclusiva a las tareas domésticas y de cuidados”, han puesto de manifiesto en la rueda de prensa, por lo que han incidido en que se necesita “un cambio de paradigma que valore lo importante de la vida y se otorgue valor a unos cuidados a los que hasta ahora se está otorgando ninguno o muy bajo precio”.
Al respecto, han considerado que “debe ser la corrección por parte de la sociedad de estas profundas desigualdades –laborales y no laborales– que soportan las mujeres la que nos permitan avanzar por una sociedad y una economía más justas y orientadas a la satisfacción de las necesidades básicas de la población”.
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