Llama a declarar a Eduardo Arriagada Rehren, exdirector de Sanidad del Ejército, condenado a 20 años por homicidio
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Un tribunal de apelaciones de Santiago de Chile ha ordenado reabrir la investigación sobre la muerte del poeta chileno y premio Nobel de Literatura Pablo Neruda, que falleció en extrañas circunstancias que apuntan a un posible envenenamiento durante la dictadura de Augusto Pinochet.
La primera Sala del tribunal de alzada ha decidido de forma unánime revocar una resolución previa en la que se archivó el caso de la mano de la magistrada Paola Plaza, alegando que la investigación “no se encuentra agotada”, ya que existen “diligencias precisas que podrían aportar al esclarecimiento de los hechos”.
En concreto, la Justicia chilena ha ordenado realizar un nuevo peritaje caligráfico del certificado de defunción extendido por el médico Roberto Vargas Salazar, así como un análisis de los resultados publicados en 2017 por expertos de las universidades de McMaster y Copenhague, según ha recogido el diario ‘La Tercera’.
El tribunal también ha citado a declarar al archivista Peter Kornbluh, analista especializado en la injerencia estadounidense en el golpe de Estado de 1973, y al exdirector de Sanidad del Ejército Eduardo Arriagada Rehren, condenado en 2017 a 20 años de cárcel por homicidio.
La Justicia chilena ha determinado que Arriagada tendrá que comparecer para explicar “su trabajo de inteligencia en base al ‘costridium botulinum'” y exponer “sucesos idénticos por los que fue condenado” por la muerte del militante comunista Archibaldo Morales Villanueva, locutor y colaborador del diario ‘La Región’ que falleció en la cárcel de San Fernando.
MUERTE DE NERUDA
El escritor chileno, que entonces formaba parte del Comité Central del Partido Comunista, murió el 23 de septiembre de 1973, dos semanas después del golpe de Estado liderado por Pinochet que derrocó al presidente socialista Salvador Allende.
Manuel Araya, chófer y asistente personal de Pablo Neruda, ha desmentido en reiteradas ocasiones la versión de que el motivo de su fallecimiento se debiera a un cáncer de próstata avanzado, como se apuntó en las primeras hipótesis, y ha asegurado que fue asesinado durante el régimen de Pinochet.
Según Araya, el poeta recibió una “inyección mortífera” por parte de agentes del régimen mientras se encontraba en la clínica Santa María, el mismo centro en el que murió nueve años después y en extrañas circunstancias el expresidente Eduardo Frei.
Asimismo, el abogado y el sobrino del escritor, Rodolfo Reyes, también argumentó que en el esqueleto de Neruda se encontró “una gran cantidad” de ‘costridium botulinum’, una bacteria patógena capaz de provocar botulismo, una enfermedad causada por una toxina que ataca los nervios del cuerpo.
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